2Corintios 6:14-15 No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas ¿Y qué concordia Cristo con
Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
La palabra nos habla del yugo y
menciona tres. Esto tiene que ver con matrimonios y personas que se casan sin
importarles si tienen los mismos principios; son como agua y aceite… luz y
tinieblas…incredulidad y fe; y como dice la escritura, son de Cristo y Belial…
(del mismo diablo). La Biblia también menciona el yugo de esclavitud:
Gálatas 5:1 Estad, pues,
firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud.
Los yugos de esclavitud son
muchos; son aquellos que sacan provecho de nosotros sin importarle nada de
nuestra vida.
Mateo 11:28 Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
El yugo desigual, el yugo de esclavitud y el yugo del Señor.
En el yugo del Señor, cuando
aceptamos a Cristo, nos entregamos a él en una vida sumisa y rendida en
obediencia a la palabra.
Cuando hablamos del yugo
desigual, tiene que ver con amores que matan, hablamos de la desigualdad que
hace que dos personas no puedan llegar a tener comunión, compañerismo y armonía
en su matrimonio.
Cuando hablamos de yugo, hablamos
de dos, así que tanto el uno como el otro, deben de estar de acuerdo porque van
a jalar una carga. Este yugo demanda un acuerdo. Lo que pasa es que muchas
personas que piensan en casarse, creen que entrarán a una aventura sin pensar
si tienen la capacidad. Sé que muchas cosas se aprenden en el camino, pero es
muy importante entender el concepto de yugo, así sabrán que en un matrimonio
deben de jalar el yugo parejo porque tendrán que llevar una carga que tiene que
ver con el propósito de vida que el Señor diseñó: formar una familia; y esta
tarea requiere que jalen el yugo parejo.
El yugo se le coloca al buey
sobre la cerviz, y recordemos al Señor cuando exhorta a los orgulloso
diciéndoles “¡duros de cerviz!”. Cuando nosotros aceptamos el yugo, nos estamos
sometiendo, bajando la cerviz (expresión de humildad) y aceptando un contrato
matrimonial para cumplir un propósito con consecuencias eternas. ¡Queremos
gozar en familia eternamente!
Que terrible sería estar algunos
en el cielo y otros no.
Leamos en :
Eclesiastés 4:9 – 12 Mejores
son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo Porque si cayeren, el
uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá
segundo que lo levante También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra
uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
La autoridad y la cobertura que
Dios nos ha dado como cabeza, es un arma poderosa; y el diablo tienen que
respetar cuando un sacerdote se levanta con poder y de acuerdo con su esposa…
¡todo el cielo respalda esa autoridad! ¡El diablo lo sabe!
Si dos o más se ponen de acuerdo,
será hecho por nuestro Padre que está en los cielos. Pero cuando hay yugo
desigual, se convierte en el amor que mata y destruye a la familia, la nación y
la sociedad…
Si observamos cómo se coloca el
yugo en los bueyes, veremos que éste se amarra muy bien y luego se colocan las
coyundas. Las coyundas no se pueden romper, y al igual que el matrimonio, que
no es un juego para ver si acaso funciona o no…. el yugo lleva coyundas (lazos
de amor que nos unirán en nuestra vida) porque será hasta que la muerte nos
separe Cuando decidimos casarnos, debemos entender que ya no son “mis planes” o
“mis proyectos”, sino que serán “nuestros proyectos”; así que yo creo con todo
mi corazón que las coyundas más fuertes que sostienen un matrimonio son tres:
1. Aprender a soportarnos
La escritura dice que debemos
soportarnos el uno al otro, sabiendo que el soporte que necesitamos nos lo
damos el uno al otro. Hay que aprender a soportarse. Ese grado de soporte es
muy importante para mantenerse juntos jalando el yugo.
2. El perdón
¿Cómo jalaremos parejo si no
sabemos soportarnos?
Muchas veces surgirán algunos
roces, pero hay que saber que el perdón nos sana para proseguir el objetivo que
se trazó desde un inicio.
3. El amor
Colosenses 3:14 Y sobre todas
estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
Estas son tres cuerdas de amor
que nos van a sostener firmes a pesar de todas las cosas que pasemos en la
vida.
El yugo se usa para amansar, y
amansar es domar. El diccionario dice que es domesticar, o sea, hacer de una
fiera un animal doméstico y dócil. Hay que trabajar mucho con el carácter. Es
fácil destruir un hogar, porque hay personas que no han tenido modelo, sin
embargo no hay excusas; yo no tuve en mi padre un modelo. Él era un agresor y
un adúltero; pero lo cierto es que no hay excusas por una razón:
29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;
¡Si no tuvo ejemplo en su casa,
imite a Cristo!
Cuando hablamos de yugo y de dos
personas, esto es que el matrimonio debe ir para el mismo lado, tiene que haber
un propósito clave y determinado. Hay personas que cuando llegan al matrimonio,
cada uno va para su lado y creen que eso se arregla “bajo las cobijas”; pero eso no es así. El matrimonio no es una
aventura debajo de las cobijas, es un propósito de vida y un plan de vida
eterno. Estamos hablando de hijos y nietos y varias generaciones más. Usted que
está soltero y a punto de casarse, pregúntese si la persona que escogió podría
ser el padre o la madre de sus hijos. ¡El matrimonio es una tarea divina con
planes eternos!
¡Renuncie a patrones de maldición
de su casa y su familia! Maldiciones que son el ADN generacional que usted vio
reflejados en el hogar de su padre y su madre. Si son buenos, repítalos; si son
malos renuncie a ellos en el nombre de Cristo Jesús.
El matrimonio es una unión común:
Marcos 10:7 - 9Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,y los dos serán una sola
carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre.
Este fue el inicio, el propósito
de Dios.
19:1
Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a
las regiones de Judea al otro lado del Jordán.Y le siguieron grandes
multitudes, y los sanó allí.
19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole
y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar su mujer por cualquier causa?19:4
El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que
el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 19:5 y dijo: Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne?
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne;
por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de
divorcio, y repudiarla?19:8 El les dijo: Por la
dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas
al principio no fue así.
19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su
mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que
se casa con la repudiada, adultera.19:10 Le
dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no
conviene casarse.
Lucas 17:34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el
uno será tomado, y el otro será dejado. Esto nos confirma el yugo desigual.
Yo no sé cómo está su matrimonio,
pero le doy un consejo: deje de pensar en usted mismo. Piense en su casa y en
sus hijos; piense con seriedad en sus nietos, piense en honrar a Dios; sométase
y decida ponerse el yugo. Yo tuve la bendición de casarme con una mujer que
tenía mis mismos deseos, anhelos y el mismo propósito que yo tenía; pero muchas
personas llegan al Señor ya casados, así que tienen que ponerse de acuerdo y
afirmar la unión matrimonial que han hecho, en lugar de romper el yugo.
¡Tendrán todo el respaldo de parte de Dios! Hay que trabajar con el ADN malo
que nos dejaron nuestros padres; y si tuvo un mal ejemplo no es excusa, porque
Jesús nos dio un buen ejemplo:
29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;
Sometámonos al yugo que el Señor
nos ha enseñado y decidamos en obediencia honrar su palabra cortando con toda
maldición de generaciones. Bendecimos nuestra casa, nuestro matrimonio y
familia; nuestros hijos verán la mano de Dios. Pedimos perdón por nuestras
fallas y decidimos con coyunturas fuertes, tomar el yugo y, con amor, perdón,
soporte y misericordia, sostener el propósito de vida. Renunciamos a los amores
que matan y veremos la mano poderosa del Señor en nuestra vida, en el nombre de
Jesús. Amén
2Corintios 6:14 No os unáis en
yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
15 ¿Y qué concordia Cristo con
Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
La palabra nos habla del yugo y
menciona tres. Esto tiene que ver con matrimonios y personas que se casan sin
importarles si tienen los mismos principios; son como agua y aceite… luz y
tinieblas…incredulidad y fe; y como dice la escritura, son de Cristo y Belial…
(del mismo diablo). La Biblia también menciona el yugo de esclavitud:
Gálatas 5:1 Estad, pues,
firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud.
Los yugos de esclavitud son
muchos; son aquellos que sacan provecho de nosotros sin importarle nada de
nuestra vida.
Mateo 11:28 Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo
sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
El yugo desigual, el yugo de esclavitud y el yugo del Señor.
En el yugo del Señor, cuando
aceptamos a Cristo, nos entregamos a él en una vida sumisa y rendida en
obediencia a la palabra.
Cuando hablamos del yugo
desigual, tiene que ver con amores que matan, hablamos de la desigualdad que
hace que dos personas no puedan llegar a tener comunión, compañerismo y armonía
en su matrimonio. Por esta razón, hace varios años, decidimos que en nuestra
Iglesia Oasis nunca íbamos a casar un matrimonio si no hacia el curso
pre-matrimonial. Costa Rica tiene la tasa más alta de divorcios, madres
solteras y agresión domestica; por esta razón, hace unos 25 años ofrecemos este
curso pre-matrimonial, ha sido un éxito, no al 100%, pero hemos logrado
bastante.
Cuando hablamos de yugo, hablamos
de dos, así que tanto el uno como el otro, deben de estar de acuerdo porque van
a jalar una carga. Este yugo demanda un acuerdo. Lo que pasa es que muchas
personas que piensan en casarse, creen que entrarán a una aventura sin pensar
si tienen la capacidad. Sé que muchas cosas se aprenden en el camino, pero es
muy importante entender el concepto de yugo, así sabrán que en un matrimonio
deben de jalar el yugo parejo porque tendrán que llevar una carga que tiene que
ver con el propósito de vida que el Señor diseñó: formar una familia; y esta
tarea requiere que jalen el yugo parejo.
El yugo se le coloca al buey
sobre la cerviz, y recordemos al Señor cuando exhorta a los orgulloso
diciéndoles “¡duros de cerviz!”. Cuando nosotros aceptamos el yugo, nos estamos
sometiendo, bajando la cerviz (expresión de humildad) y aceptando un contrato
matrimonial para cumplir un propósito con consecuencias eternas. ¡Queremos
gozar en familia eternamente!
Que terrible sería estar algunos
en el cielo y otros no.
Leamos:
Eclesiastés 4:9 – 12 Mejores
son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo Porque si cayeren, el
uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá
segundo que lo levante También si dos durmieren juntos, se calentarán
mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra
uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.
La autoridad y la cobertura que
Dios nos ha dado como cabeza, es un arma poderosa; y el diablo tienen que
respetar cuando un sacerdote se levanta con poder y de acuerdo con su esposa…
¡todo el cielo respalda esa autoridad! ¡El diablo lo sabe!
Si dos o más se ponen de acuerdo,
será hecho por nuestro Padre que está en los cielos. Pero cuando hay yugo
desigual, se convierte en el amor que mata y destruye a la familia, la nación y
la sociedad…
Si observamos cómo se coloca el
yugo en los bueyes, veremos que éste se amarra muy bien y luego se colocan las
coyundas. Las coyundas no se pueden romper, y al igual que el matrimonio, que
no es un juego para ver si acaso funciona o no…. el yugo lleva coyundas (lazos
de amor que nos unirán en nuestra vida) porque será hasta que la muerte nos
separe Cuando decidimos casarnos, debemos entender que ya no son “mis planes” o
“mis proyectos”, sino que serán “nuestros proyectos”; así que yo creo con todo
mi corazón que las coyundas más fuertes que sostienen un matrimonio son tres:
1. Aprender a soportarnos
La escritura dice que debemos
soportarnos el uno al otro, sabiendo que el soporte que necesitamos nos lo
damos el uno al otro. Hay que aprender a soportarse. Ese grado de soporte es
muy importante para mantenerse juntos jalando el yugo.
2. El perdón
¿Cómo jalaremos parejo si no
sabemos soportarnos?
Muchas veces surgirán algunos
roces, pero hay que saber que el perdón nos sana para proseguir el objetivo que
se trazó desde un inicio.
3. El amor
Colosenses 3:14 Y sobre todas
estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
Estas son tres cuerdas de amor
que nos van a sostener firmes a pesar de todas las cosas que pasemos en la
vida.
El yugo se usa para amansar, y
amansar es domar. El diccionario dice que es domesticar, o sea, hacer de una
fiera un animal doméstico y dócil. Hay que trabajar mucho con el carácter. Es
fácil destruir un hogar, porque hay personas que no han tenido modelo, sin
embargo no hay excusas; yo no tuve en mi padre un modelo. Él era un agresor y
un adúltero; pero lo cierto es que no hay excusas por una razón:
29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;
¡Si no tuvo ejemplo en su casa,
imite a Cristo!
Cuando hablamos de yugo y de dos
personas, esto es que el matrimonio debe ir para el mismo lado, tiene que haber
un propósito clave y determinado. Hay personas que cuando llegan al matrimonio,
cada uno va para su lado y creen que eso se arregla “bajo las cobijas”; pero eso no es así. El matrimonio no es una
aventura debajo de las cobijas, es un propósito de vida y un plan de vida
eterno. Estamos hablando de hijos y nietos y varias generaciones más. Usted que
está soltero y a punto de casarse, pregúntese si la persona que escogió podría
ser el padre o la madre de sus hijos. ¡El matrimonio es una tarea divina con
planes eternos!
¡Renuncie a patrones de maldición
de su casa y su familia! Maldiciones que son el ADN generacional que usted vio
reflejados en el hogar de su padre y su madre. Si son buenos, repítalos; si son
malos renuncie a ellos en el nombre de Cristo Jesús.
El matrimonio es una unión común:
Marcos 10:7 - 9Por esto dejará el
hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,y los dos serán una sola
carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo
separe el hombre.
Este fue el inicio, el propósito
de Dios.
19:1
Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a
las regiones de Judea al otro lado del Jordán.Y le siguieron grandes
multitudes, y los sanó allí.
19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole
y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar su mujer por cualquier causa?19:4
El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que
el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 19:5 y dijo: Por esto el
hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne?
19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne;
por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de
divorcio, y repudiarla?19:8 El les dijo: Por la
dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas
al principio no fue así.
19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su
mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que
se casa con la repudiada, adultera.19:10 Le
dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no
conviene casarse.
Lucas 17:34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el
uno será tomado, y el otro será dejado. Esto nos confirma el yugo desigual.
Yo no sé cómo está su matrimonio,
pero le doy un consejo: deje de pensar en usted mismo. Piense en su casa y en
sus hijos; piense con seriedad en sus nietos, piense en honrar a Dios; sométase
y decida ponerse el yugo. Yo tuve la bendición de casarme con una mujer que
tenía mis mismos deseos, anhelos y el mismo propósito que yo tenía; pero muchas
personas llegan al Señor ya casados, así que tienen que ponerse de acuerdo y
afirmar la unión matrimonial que han hecho, en lugar de romper el yugo.
¡Tendrán todo el respaldo de parte de Dios! Hay que trabajar con el ADN malo
que nos dejaron nuestros padres; y si tuvo un mal ejemplo no es excusa, porque
Jesús nos dio un buen ejemplo:
29 Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas;
Sometámonos al yugo que el Señor
nos ha enseñado y decidamos en obediencia honrar su palabra cortando con toda
maldición de generaciones. Bendecimos nuestra casa, nuestro matrimonio y
familia; nuestros hijos verán la mano de Dios. Pedimos perdón por nuestras
fallas y decidimos con coyunturas fuertes, tomar el yugo y, con amor, perdón,
soporte y misericordia, sostener el propósito de vida. Renunciamos a los amores
que matan y veremos la mano poderosa del Señor en nuestra vida, en el nombre de
Jesús. Amén