Siempre
me he preguntado…
¿Por
qué está este versículo en la Biblia?
¿Por
qué debemos acordarnos de la mujer de Lot?
¿Qué
pasó con ella que es tan importante recordar?
Veamos
la historia real, busquemos el relato
Bíblico en Génesis 19:15 en adelante,
19:15
Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu
mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo
de la ciudad.
19:16
Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y
de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y
lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
19:17
Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras
ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas…
19:23
El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.
19:24
Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de
parte de Jehová desde los cielos;
19:25
y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de
aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
19:26
Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de
sal.
Pero
la pregunta: ¿Dónde estaba el corazón de la mujer de Lot?
Definitivamente
en la cuidad de Sodoma y Gomorra.
Y …
¿Dónde está nuestro corazón hoy, que debemos recordarla, como nos lo dice el
mismo Señor Jesucristo en Lucas 17:32,
17:32 Acordaos de la mujer de Lot.
El mundo en que vivimos es de pertenencia y con
el control absoluto del “Príncipe de las Tinieblas” o Satanás.
Y
está fríamente calculado y conformado para atraer, engañar, y seducir al hombre
y la mujer hasta llevarlos al pecado y por consiguiente a la muerte eterna.
Cada
día presenta más atractivos sus mecanismos para enredarnos y atraparnos.
Algunos
parecen casi imperceptibles pero al final producen el mismo daño; la separación
completa de nuestro Dios.
Su
plan NO es nuevo. Comenzó desde el huerto del Edén con Eva.
Y su
trabajo es igual hasta hoy, pues le dio buen resultado.
¡Mujeres!
Estemos atentas y apercibidas, el Diablo no nos tentará hoy con una fruta
prohibida, pero sí lo puede hacer con:
1. Una ropa indecorosa que mostrará lo que no
debe ser mostrado.
2. Una salida a un lugar que no glorificará a
Dios.
3. Participando de una actividad donde Dios no
pueda ser el centro.
4. Admirando y deseando a un hombre que no sea
tu marido.
5. Compartiendo con amigos que su corazón está
aparte y en contra de Dios.
6. Introduciéndote en vicios aparentemente inofensivos.
7. Gastando más de lo que tienes presupuestado
para el mes.
8. Disfrutando al ver escenas que no edifican.
9. Usando malas palabras y tonos inapropiados.
10. Comprando más de lo que realmente necesitas
de manera compulsiva.
11. Dándole oído a lo que no debes.
12. Hablando más de lo que sabes.
13. Teniendo malos pensamientos,
impuros.
14. Dedicando más tiempo al mundo
que a Dios.
En
la 1ra carta del apóstol Juan 2:15-17 dice,
2:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo,
el amor del Padre no está en él.
2:16
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
2:17
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre.
¿Nos
estamos pareciendo a la mujer de Lot?
¿Esperaremos
a que nos vengan a sacar los ángeles, de esta contaminación del mundo, en la
que hemos caído?
¿Y
si Dios no nos envía los ángeles?
¿Nos
dejaremos arrastrar?
¡Salgamos
fuera! ¡Ahora!
Si
te volteas…quedarás hecha una PIEDRA para siempre.
Dios
te Bendiga.
Gracias Yoli de Mallén!