¿Cuántas
veces hemos pensado:
- “ Definitivamente yo soy el merecedor de eso, es a mi que me corresponde"
- ¡Que poca amabilidad para con los demás!
- Soy el más indicado para hacerlo bien, es mi turno tengo prisa
- No puedo olvidar lo que me hiciste
- Por lo menos dame las gracias
- Quítate yo llegué primero
- ¡Ya no hay educación!
- Es a mi que me toca ahora, yo lo puedo hacer mucho mejor que tu…?
¿Dime si no te gustaría?
Que te cedan el asiento, si estás de pie cansado.
Que nadie te quite tu turno, después que has esperado con paciencia.
Que te dediquen el tiempo justo que necesitas.
Que te escuchen con total atención.
Que no te engañen.
Que no te mientan.
Que no te hablen mal.
Que te traten con amabilidad y cortesía.
Que no te griten ni ofendan.
Que no te menosprecien ni ignoren.
Que no te rechacen.
Que te traten con justicia.
Que te atiendan correctamente.
Que no te avergüencen delante de otros.
Que no divulguen tus secretos.
Que no se rían a tus espaldas.
Que reconozcan tus esfuerzos.
Que sean agradecidos con tus favores.
Que te perdonen y no te guarden rencor.
Que t e crean y acepten como eres.
Que te ayuden cuando los necesitas.
Que te acompañen para no ir solo.
Que te consuelen en tus momentos de pena.
Que se gocen con tus éxitos.
Que oren por ti.
Que estén atentos a tus necesidades.
¿Pero, qué dice la Biblia en el Evangelio de Mateo 7:12?
“Así
que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas”.
Y
¿quiénes son esos “hombres” a quién hay que hacerles todas las cosas
que queremos hagan con nosotros? Jesús nos habló bien claro:
“Oísteis
que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero
yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a lo que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,
que hace salir su sol sobre malos y buenos y que hace llover sobre
justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman ¿qué recompensa
tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a
vuestro hermano solamente, ¿qué hacéis de más? ¿no hacen así los
gentiles? Sed, pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en
los cielos es perfecto”. (Mateo 5: 43-48)
Comencemos AHORA a dar y a hacer para poder recibir…
Comencemos a sembrar, para poder algún día cosechar…
Amemos, Respetemos, Sirvamos al projimo asi servimos Tambien a Dios.
Dios te Bendiga.
BereNice LuzaNilla MeNdoza
Gracias Yoli de Mallén