10 julio 2012

Conquistadores del amor



Muchos piensan que cuando somos cristianos, es no tener ningún problema, ya quisiera decirte que el matrimonio es un viaje a Disneyworld, pero esto está lejos de la realidad a la hora de las crisis matrimoniales.

Vamos a la iglesia y todos somos santos, felices colaborando en el servicio al Señor, pero cuando llegamos a casa las crisis dentro del matrimonio no dan tregua!

Él, dominante... ella terca, él, manipulador; ella rencillosa, él malhumorado... y podría seguir con una lista de defectos de uno y otro, pero la solución a una crisis matrimonial no está en apuntarnos uno al otro, si no en sacar a luz las virtudes de uno y otro.

El amor es conquista

Por la fuerza se conquistan pueblos y ciudades, pero no a las mujeres.

Por la fuerza puedes domar caballos, pegarle a un burro para que camine, pero no a tu mujer o a tu esposo.
Proverbios 16:32 “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.”

La mejor conquista es dominar el enojo, callar y esperar a pensar bien lo que vayas a decir, porque muchas palabras, en el furor del enojo, pueden herir al cónyuge y abrir una brecha de separación cuando la meta debe ser acercarnos más uno al otro.

Que Dios te Bendiga

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