21 enero 2013

Dios dijo al Necio



Hageo 1:5-9 - Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.

Lucas 12:13-21
Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.
12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;
12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. 

El hombre por lo general es un necio, pues él sabe en su corazón que Dios es real, hay algo que le dice dentro de sí mismo que debe de buscarle, mas sin embargo no le busca, ocupa los años de su vida buscando riqueza, para el hombre parece ser más importante las riquezas que su relación con Dios.
Si miramos a nuestro alrededor eso es lo que podemos en ver, grandes y pequeños ocupados en alcanzar riqueza no nada mas podemos aplicarlo al dinero o el afán del trabajo, si no a cosas que producen el alejando a lo que Dios no ha establecido y aun sabiendo seguimos ahí y pues somos vistos delante de Dios como  necios, porque el Señor Jesús dijo: Mirad, guardados de toda de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los de los bienes que posee. Lucas 2. 15 
 
I. LA VIDA DEL NECIO
1. Pasa su vida ocupado alcanzar cosas para sí mismo
a. El pasaje que leíamos al comienzo nos muestra en que se pasa la vida el necio, trabajando y trabajando, afanándose sin relacionarse con Dios.
b. El necio dice no tengo tiempo para buscar de Dios
c. El necio cree que su trabajo, sus deseos, aspiraciones, autonomía  es más importante que su relación con Dios
2. 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. Su condición con su Creador es muy pobre.
Estamos llamados a vivir por Fe y la fe en Dios es más que  conocer que existe y decir que creemos en el, Fe en Dios es entregarle nuestra Vida entera y todo lo que hay en ella, lo que brilla y lo que esta en obscuridad para que el Tome nuestra vida y haga cosas nuevas en ella.

II. LA ESPIRITUALIDAD DEL NECIO
1.       El necio no sabe ni entiende lo de Dios Salmo 92: 5-6 92:5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!Muy profundos son tus pensamientos. El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.
2.       No abre su corazón, su mente a entender el propósito de Dios porque tiene entenebrecido el entendimiento como dice en Efesios 4:18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 
3. El camino del necio es derecho en su opinión Prov. 12: 15
Confía en su  propia opinión, etiqueta de religiosidad, fanatismo, radicalismo, locura.
No obedece a la palabra del señor y sabiendo hacer lo bueno hace lo malo.

3. Dice el necio en su corazón no hay Dios  como dice Salmo 53: 1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No hay quien haga bien.
4. El necio anda en tinieblas Ecles. 2:14 , camina en su vida sin dirección, sin rumbo, su fin es muerte, por que rechaza la Luz que es la palabra de Dios y su presencia, rechaza el propósito de  Dios en el, por lo tanto hay carencia, soledad, tristeza, frustracion, maldad, esta vivo el pecado en el y su corazón Muerto.
III. LOS PLANES DEL NECIO
1. Los planes del necio son egoístas Ver. 17-19  Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 
a. En los planes del necio no aparece nadie, solo el.. atenta con su maldad contra los mandamientos de Dios, la sociedad y la familia,  hombre o una mujer no piensa en el daño , su conciencia se cauteriza,  cae en adulterio, fornicación , robos, en pleitos y siempre se justificara a causa de su Maldad su amor hacia Dios, su hogar su Familia su pareja, la iglesia, se enfrio.
b. En sus planes no involucra a Dios
2. En los planes del necio no hay un pensamiento de cambiar , puesto que cree que esta bien  o que no ocupa de nadie ni de Dios-
a. El necio cree que su forma de vida es la mejor, que no necesita de cambios.
b. El necio cree que la razón ser es alcanzar la forma correcta de vivir esta en riquezas y placeres  y en eso invierte su vida.
IV. EL FINAL DEL NECIO
1. El necio no piensa que tendrá un final
2. El necio no se preocupa por su final
3. El necio solo piensa en disfrutar de lo que tiene, o lo que puede hacer. Ver 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 

Lo cierto aquí es que el hombre o mujer necia tiene en su ser tanta soledad, desesperación, tristeza, dolor, por que eso es lo que se vive cuando la presencia de Dios  su santo Espiritu no habita con nosotros  y esto provoca el pecado. 

Conclusión:
El hombre tiene una razón de ser, ninguna persona fue creada por casualidad; Dios nos creo para vivir en comunión con él; Jesús dijo: porque ¿Qué aprovechara al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? Marcos 8: 36  de que puede aprovecharnos tantas cosas que no han apartado de Plan el Diseño original de Dios para ti y tu familia si hoy vives con la consecuencia del pecado que es Muerte.. Existes pero no Vives..

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas Mateo 6: 3

02 enero 2013

"Su Yugo Es Fácil"




Nuestra fe sufre cuando nuestra conciencia es corrompida.

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
Mateo 11:29-30
Es un hecho de la vida que los cristianos al ser confrontados con este pasaje, expresan duda, escepticismo, o incredulidad. Millones de los hijos de Dios han abandonado su fe poco después de su conversión declarando que el yugo del Señor es muy duro. Ellos dicen, "No lo puedo hacer."
Esto hace surgir la pregunta, "¿Qué quiere decir Jesús cuando dice que su yugo es fácil?" ¿Quiere decir que la vida cristiana es la más fácil que hay? ¿Quiere decir que no hay dificultades ni tribulaciones? ¿Quiere decir que somos protegidos de todo tipo de conflicto? Usted ya sabe las respuestas a estas preguntas. Su "yugo es fácil" quiere decir que la vida cristiana es fácil en comparación a la vida de un pecador porque el cristiano está unido a Cristo y el pecador está unido a Satanás.
Entonces cuando está encarcelado o enfermo o sin amigos, es mucho más fácil estar unido con Jesús que con Satanás. No se equivoque, no existen tres yugos, solamente dos. Si no estamos unidos con Cristo, estamos unidos a Satanás y el camino será muy duro.
La clave es con quien nos hemos unido. Amigo mío, si es cristiano y su vida es difícil y pesada significa que está en el yugo incorrecto. Solo cuando se somete al mismo yugo que lleva Jesús será realizado este pasaje en su vida.
El Camino del Transgresor
Déjeme explicarle un poco más que es el camino del pecador que es duro. Estas son las palabras de Salomón, uno de los más sabios. El dijo, "...el camino de los transgresores es duro" (Proverbios 13:15). Es imposible que usted ni yo digamos que el camino del cristiano es duro. El apóstol Juan confirma esto diciendo, "que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos" (1 Juan 5:3). ¿De quién habla? Habla de los apóstoles y los que son del mismo espíritu. Habla de los victoriosos, los que han vencido por la sangre del cordero. En la Biblia Amplificada dice que sus mandamientos no son "fastidiosos, pesados, opresivos, ni gravosos."
El filósofo danés, Soren Kierkegaard, tenía razón cuando dijo, "Es mucho más costoso para el hombre ir al infierno que venir al cielo." Sí, "...la paga del pecado es muerte..." (Romanos 6:23). El pecado arruina. El pecado engaña. El pecado corrompe. ¡El pecado mata!
Díme, amigo, hermano, ¿no somos afrontados en las primeras páginas de la Biblia con el contraste entre el camino del pecador y el camino del justo? ¿Cuál les fue más fácil para Adán y Eva: vivir sin pecado o vivir con pecado? ¿Estaban más felices cuando vivían dentro del huerto o fuera del huerto? Díme  entonces, ¿cuál es la lección que debemos aprender aquí? ¿Es el camino del justo o del pecador que es más duro? Ya sabe la respuesta. Ahora mire la primera página de los Salmos y dígame ¿quien es el más bendecido: el hombre que camina en el camino del injusto o el justo que no camina en el pecado? ¿No dice que el justo se deleita en la ley de Jehová y que todo lo que hace prosperará?
Ciertamente, el pecado es un amo terrible. No trae recompensas ni bendición alguna. No siembra semillas buenas y su fruto no da vida. El camino del transgresor es duro. Mire como el pecado arruina los matrimonios y destruye los corazones de los niños por medio del divorcio. Mire como el pecado crea deuda monetaria y como su fruto de resentimiento, crítica, celos, y lujuria dañan y entristecen al que los deja florecer. Mire como el transgresor se acuesta con temor de los frutos de su pecado y del juicio que viene. Vive siempre bajo la culpa, pena, y condenación. Para escapar estos sentimientos se da a la pornografía, la fornicación, el adulterio, el alcohol, las drogas, o el materialismo tratando cada vez más de escapar la tortura de su alma o aun peor, hasta que su conciencia pierde toda sensibilidad al juicio venidero o el infierno que le espera.
Mire la cara del trasgresor. Se ve dura y espantosa. ¿Ha notado que el transgresor se ve viejo a la edad de cuarenta y el santo se ve joven a la edad de sesenta? Por su obediencia, Moisés no había perdido su juventud aun a la edad de ciento veinte. Vaya a la funeral de un pecador y verá la tristeza y ruina en los corazones de sus amigos que no tienen esperanza. Pero asista al funeral de un santo y gócese en el gozo de la resurrección. ¿He dicho lo suficiente para convencerle que el yugo de Jesús es fácil y el del trasgresor es duro?
Entrenando para la Justicia
Ahora pues, ¿porque se siente a veces que el camino del justo es tan duro y difícil?  La respuesta se encuentra en esta verdad: el camino del justo es duro solo cuando él no es justo.
El camino de Jesús si es duro, hasta imposible, si no perseveramos, si vivir para Jesús no es nuestra aspiración constante. Solo cuando lo abandonamos todo podemos sentir que su yugo es fácil y su carga es ligera. Hasta el punto de rendición completa, el camino del "medio-justo" es duro. Si no caminamos con Dios hasta el final, no tendremos comunión ni con el pecador ni con el santo. Simplemente no podremos saborear los frutos de justicia, paz y gozo si no rendimos cada parte de nuestras vidas. No hay ningún secreto para entender el mensaje del "yugo fácil."
Los que no se han dado completamente a Dios no pueden disfrutar sus bendiciones. Los caminos de Dios son difíciles cuando nuestros pies están atrapados en el lodo del mundo, cuando no estamos en forma espiritualmente. El atleta es un buen ejemplo. Muchos admiramos el atleta que puede correr distancias largas. Nos gusta ver fotos de él cruzando la línea final. Cuando vemos los juegos olímpicos por televisión somos inspirados a imitar los logros de los atletas, pero si salimos a correr pronto nos cansamos y empezamos a sentir dolor en las piernas. La diferencia entre nosotros y el atleta olímpico es que el atleta ha abandonado todo para entrenar y practicar. Se ha puesto en una dieta estricta y eliminado bebidas y comidas que puedan afectar su habilidad. Se ha disciplinado y mantenido un régimen de practica y ejercicio. Se ha puesto bajo la supervisión de un entrenador. Por esto, nosotros nos cansamos cuando el atleta solo se empieza a calentar.
Si no nos esforzamos cada día por cambiar nuestro estilo de vida para amar a Jesús, servir a Jesús, adorar a Jesús, celebrar a Jesús, y obedecer a Jesús cada día continuaremos a tener dificultad en encontrar las pistas de aterrizaje espirituales y a tener dolor en nuestras piernas.
Para encontrar su yugo fácil y su carga ligera, debemos disciplinarnos. Primeramente, necesitamos evitar toda maldad y todo lo que tiene la apariencia de ella. Por segundo, debemos disciplinarnos a dedicarnos a todo lo que es santo y justo. Es lo mismo que hace un piloto o un atleta olímpico para tener éxito.
Sabemos que somos salvos por gracia, pero si pensamos que con ese privilegio viene automáticamente el poder del Espíritu Santo sin que practiquemos las disciplinas cristianas estamos muy equivocados. Si somos el hijo de un campeón olímpico no quiere decir que vamos a ser campeones olímpicos también. Si no damos el mismo nivel de dedicación que nuestro padre no vamos a alcanzar la misma fama o éxito.
El ser hijos de padres excelentes nos da una ventaja. Somos la herencia de Cristo – eso es una ventaja – pero no podemos esperar que vamos a vivir vidas triunfantes si no incorporamos a nuestras vidas diarias las disciplinas que practicó Jesús. Considere estas disciplinas: la memorización de la Biblia – Jesús conocía las escrituras muy bien a la edad de doce; la oración – Jesús se levantaba muy temprana para orar; el ayuno – Jesús evitaba la apariencia de lo malo. Si no nos comprometemos a practicar estas disciplinas, no nos mantendremos en el yugo de Jesús.
Cuando Jesús dijo, "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados...Llevad mi yugo sobre vosotros...porque mi yugo es fácil" (Mateo 11:28-30), estaba invitando a todo el mundo a salir del yugo opresivo del pecado y someterse a su yugo fácil de santidad donde el poder de Dios "es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría" (Judas 1:24).

No hay ningún yugo más fácil que el de Jesús y ningún yugo más duro que el pecado y la complacencia. Abandone todo para someterse a su yugo y comprométase a la disciplina espiritual como el Señor mismo lo hizo.

Dios Te Bendiga y Ministre Poderosamente