SOLEDAD
¿Qué es la soledad?
La soledad está muy relacionada con la
pérdida de relaciones con ese conjunto de personas significativas en la vida
del individuo y con las que se interactúa de forma regular. La definición más
común de la soledad es la de carencia de compañía y que se tiende a vincular
con estados de tristeza, desamor y negatividad, obviando los beneficios que una
soledad ocasional y deseada puede reportar.
La soledad puede convertirse en
positiva si la interpretamos como oportunidad para aprender a vivir el dolor
sin quedarnos bloqueados. También la soledad es positiva cuando la usamos
para generar recursos y habilidades para continuar transitando
satisfactoriamente por la vida. Debemos aprender a interiorizar y controlar el
dolor, haciéndolo parte inherente a la vida, aprendiendo a no temerle y a
no mantenernos al margen del sufrimiento como si de una debilidad o incapacidad
se tratara. Quien sabe salir del dolor está preparado para disfrutar a plenitud
los momentos venideros.
Dios nos mueve muchas veces a la
soledad, para que El de manera personal pueda curar nuestras heridas, trabajar
en nuestro carácter, para fortalecernos, para cambiarnos, para renovar nuestra
mente y nuestro espíritu, para enfocarnos hacia donde El nos quiere
dirigir.
Debemos aprovechar la soledad para
escuchar a Dios y para dejarnos cambiar, Dios desea lo mejor para
nosotras y lo mejor de nosotras.
Muchas veces Dios nos aísla socialmente
con el propósito de que no dependamos de los demás y sí dependamos de El
solamente, en un cien por ciento (100%). Cuando Dios nos llama a la soledad, El
nos llama de manera transitoria. Dios no nos quiere dañar, El nos quiere sanar,
fortalecer. El permite esa soledad transitoria en nuestra vida para que
reflexionemos en qué punto nos encontramos. El quiere que nos conozcamos a
fondo y que le conozcamos a El de manera personal y especial y para que nos
encontremos sinceramente con nuestra propia identidad.
Es conveniente que, en ocasiones,
optemos por la soledad. Es en la soledad donde Dios es un experto en tratar con
nosotras.
¿Qué cosas nos pueden llevar a la
soledad?
•La
pérdida de un trabajo
•La
pérdida de nuestros padres
•Cambio
de iglesia
•El
separarnos o no involucrarnos con un grupo de mujeres o de jóvenes adultos
mixto, contemporáneo a nuestra edad que sirva de apoyo emocional y social.
•Un
divorcio a temprana edad.
•Término
de una relación de noviazgo
•Ser
demasiado independientes
•Mudarse
sola.
Muchas veces nos sentimos Solas y
entramos en ese tiempo preciso de la soledad y Dios nos ayuda a enfocarnos.
Mencioné anteriormente una lista de
sucesos y circunstancias que nos pueden llevar a sentirnos sola y esto ocurre
cuando no canalizamos y enfocamos correctamente estas cosas en nuestra vida, a
través de los lentes de Dios.
Debemos tener cuidado de no perder
nuestra perspectiva bíblica y enfoque en Dios y manejar las circunstancias con
la perspectiva correcta y manteniéndonos apegadas a nuestro Señor, ya que
separadas de El, nada podemos hacer. Solo de esta forma es que podemos
manejarnos adecuadamente en la soledad. Dios nos manda, nos exhorta y
requiere que hagamos todo para su gloria.
Al tomar decisiones acerca de la lista
que mencionamos al inicio del capítulo, debemos examinar con cuidado nuestro
corazón, para ver la motivación correcta y ver si nos estamos moviendo hacia el
camino del deber que es el lugar más seguro, y si estamos tomando en
cuenta los principios de la Palabra de Dios.
Dios siempre tiene un hermoso propósito
en permitir ciertas circunstancias en nuestras vidas para madurarnos y
glorificarse en nosotros. Romanos 8:28 nos dice: “Y Sabemos que a los que
aman a Dios todas las cosas, las cosas buenas y aun las cosas desagradables, el
dolor (La pérdida de un trabajo, la pérdida de nuestros padres, Cambio de
iglesia , el separarnos o no involucrarnos con un grupo de mujeres o de jóvenes
adulto mixto contemporáneo a nuestra edad que sirva de apoyo emocional y
social, un divorcio a temprana edad, término de una relación de noviazgo, ser
demasiado independientes , el mudarnos sola, es decir vivir solas, etc.) ayudarán
a bien”.
Otras veces sufrimos soledad a
consecuencia de nuestros pecados y de malas decisiones que hemos tomado, por
desesperarnos, por cruzar líneas que no debimos cruzar y también sufrimos y
sentimos soledad a consecuencia del pecado de otros.
Ejemplo: Amnon y Tamar. 2 Samuel 13
En esta historia vemos la manipulación
y los deseos pecaminosos de Amnon, también se llevó de un mal consejo, el
consejo de un amigo y siervo de el. El no tomó en cuenta las reglas, no tuvo
temor de Dios y no tuvo respeto hacia Tamar.
Los solteros deben saber con quienes se
juntan y de quienes reciben el consejo.
Solteras debemos ser sabias y
prudentes, aprender y a la vez pedirle al Señor que nos ayude a ver el mal.
Tamar nunca se imaginó que su medio hermano haría eso con ella, que la
lastimaría y pecaría contra ella. No nos quedemos sola con ningún varón en una
oficina, cuarto o lugar, seamos cuidadosas y cautelosas y más si sabes que eres
de hermoso parecer y atractiva. Veamos el texto.
13:1 ACONTECIÓ después de esto, que
teniendo Absalom hijo de David una hermana hermosa que se llamaba Thamar,
enamoróse de ella Amnón hijo de David.
13:2 Y estaba Amnón angustiado hasta
enfermar, por Thamar su hermana: porque por ser ella virgen, parecía á Amnón
que sería cosa dificultosa hacerle algo.
13:3 Y Amnón tenía un amigo que se
llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David: y era Jonadab hombre muy
astuto.
13:4 Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por
qué de día en día vas así enflaqueciendo? ¿no me lo descubrirás á mí? Y Amnón
le respondió: Yo amo á Thamar la hermana de Absalom mi hermano.
13:5 Y Jonadab le dijo: Acuéstate en tu
cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre viniere á visitarte, dile:
Ruégote que venga mi hermana Thamar, para que me conforte con alguna comida, y
aderece delante de mí alguna vianda, para que viendo yo, la coma de su
mano.
13:6 Acostóse pues Amnón, y fingió que
estaba enfermo, y vino el rey: á visitarle: y dijo Amnón al rey: Yo te ruego
que venga mi hermana Thamar, y haga delante de mí dos hojuelas, que coma yo de
su mano.
13:7 Y David envió á Thamar á su casa,
diciendo: Ve ahora á casa de Amnón tu hermano, y hazle de comer.
13:8 Y fué Thamar á casa de su hermano
Amnón, el cual estaba acostado; y tomó harina, y amasó é hizo hojuelas delante
de él, y aderezólas.
13:9 Tomó luego la sartén, y sacólas
delante de él: mas él no quiso comer. Y dijo Amnón: Echad fuera de aquí á
todos. Y todos se salieron de allí.
13:10 Entonces Amnón dijo á Thamar: Trae
la comida á la alcoba, para que yo coma de tu mano. Y tomando Thamar las
hojuelas que había aderezado, llevólas á su hermano Amnón á la alcoba.
13:11 Y como ella se las puso delante
para que comiese, él trabó de ella, diciéndole: Ven, hermana mía acuéstate
conmigo.
13:12 Ella entonces le respondió: No,
hermano mío, no me hagas fuerza; porque no se ha de hacer así con Israel. No
hagas tal desacierto.
13:13 Porque, ¿dónde iría yo con mi
deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Ruégote
pues ahora que hables al rey, que no me negará á ti.
13:14 Mas él no la quiso oir; antes
pudiendo más que ella la forzó, y echóse con ella.
13:15 Aborrecióla luego Amnón de tan
grande aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fué mayor que el amor
con que la había amado. Y díjole Amnón: Levántate y vete.
13:16 Y ella le respondió: No es razón;
mayor mal es éste de echarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso
oir:
13:17 Antes llamando su criado que le
servía dijo: Echame ésta allá fuera, y tras ella cierra la puerta.
13:18 Y tenía ella sobre sí una ropa de
colores, traje que las hijas vírgenes de los reyes vestían. Echóla pues fuera
su criado, y cerró la puerta tras ella.
13:19 Entonces Thamar tomó ceniza, y
esparcióla sobre su cabeza, y rasgó su ropa de colores de que estaba vestida, y
puestas sus manos sobre su cabeza, fuése gritando.
13:20 Y díjole su hermano Absalom: ¿Ha
estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía: tu hermano es;
no pongas tu corazón en este negocio. Y quedóse Thamar desconsolada en casa de
Absalom su hermano.
13:21 Y luego que el rey David oyó todo
esto, fué muy enojado.
13:22 Mas Absalom no habló con Amnón ni
malo ni bueno, bien que Absalom aborrecía á Amnón, porque había forzado á
Thamar su hermana.
13:23 Y aconteció pasados dos años, que
Absalom tenía esquiladores en Bala-hasor, que está junto á Ephraim; y convidó
Absalom á todos los hijos del rey.
13:24 Y vino Absalom al rey, y díjole: He
aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores: yo ruego que venga el rey y sus
siervos con tu siervo.
13:25 Y respondió el rey á Absalom: No,
hijo mío, no vamos todos, porque no te hagamos costa. Y aunque porfió con él,
no quiso ir, mas bendíjolo.
13:26 Entonces dijo Absalom: Si no,
ruégote que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para
qué ha de ir contigo?
13:27 Y como Absalom lo importunase, dejó
ir con él á Amnón y á todos los hijos del rey.
13:28 Y había Absalom dado orden á sus
criados, diciendo: Ahora bien, mirad cuando el corazón de Amnón estará alegre
del vino, y en diciéndoos yo: Herid á Amnón, entonces matadle, y no temáis; que
yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes.
13:29 Y los criados de Absalom hicieron
con Amnón como Absalom lo había mandado. Levantáronse luego todos los hijos del
rey, y subieron todos en sus mulos, y huyeron.
13:30 Y estando aún ellos en el camino,
llegó á David el rumor que decía: Absalom ha muerto á todos los hijos del rey,
que ninguno de ellos ha quedado.
13:31 Entonces levantándose David, rasgó
sus vestidos, y echóse en tierra, y todos sus criados, rasgados sus vestidos,
estaban delante.
13:32 Y Jonadab, hijo de Simea hermano de
David, habló y dijo: No diga mi señor que han muerto á todos los jóvenes hijos
del rey, que sólo Amnón es muerto: porque en boca de Absalom estaba puesto
desde el día que Amnón forzó á Thamar su hermana.
13:33 Por tanto, ahora no ponga mi señor
el rey en su corazón esa voz que dice: Todos los hijos del rey son muertos:
porque sólo Amnón es muerto.
13:34 Absalom huyó luego. Entre tanto,
alzando sus ojos el mozo que estaba en atalaya, miró, y he aquí mucho pueblo
que venía á sus espaldas por el camino de hacia el monte.
13:35 Y dijo Jonadab al rey: He allí los
hijos del rey que vienen: es así como tu siervo ha dicho.
13:36 Y como él acabó de hablar, he aquí
los hijos del rey que vinieron, y alzando su voz lloraron. Y también el mismo
rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos.
13:37 Mas Absalom huyó, y fuése á Talmai
hijo de Amiud, rey de Gessur. Y David lloraba por su hijo todos los días.
13:38 Y después que Absalom huyó y se fué
á Gessur, estuvo allá tres años.
13:39 Y el rey David deseó ver á Absalom:
porque ya estaba consolado acerca de Amnón que era muerto.
Cada uno de ellos
sufrieron las consecuencias de su simpleza Amnón sufrió y pagó de mala
manera por haber pecado contra Tamar; y Tamar sufrió por el pecado de
Amnon contra ella.
Cuando no
manejamos bien la soledad, nos desenfocamos y podemos sufrir las consecuencias
de malas decisiones e influencias.
La soledad produce:
•Vulnerabilidad
•Depresión
•Dependencia
de otras personas
•Inestabilidad
emocional
Nos lleva a cometer pecados que solo
Dios conoce
La soledad es buena cuando Dios es el
centro y cuando nuestra soledad tiene un objetivo: por ejemplo tener un tiempo
de receso en todas las actividades para escuchar a Dios y fortalecernos. Es
mejor caminar con Dios en la oscuridad que caminar solas o acompañadas en
la luz.
¿Qué podemos hacer en nuestra soltería
después de los 30?
1)Ser
parte de un grupo de estudio de la palabra o de un libro, lo cual será de
apoyo.
2)Sacar
tiempo para escuchar a Dios y estudiar su palabra y memorizarla.
3)Buscar
la manera de servir: visitando enfermos, llamando y alentando a personas en
aflicción.
4)Ser
parte de un grupo de misiones.
5)Tener
tiempo con nuestra familia (primos, sobrinos, hermanos, nuestros padres).
6)Tener
tiempo de comunión con las hermanas de la iglesia.
7)Participar
en eventos con jóvenes, retiros de jóvenes, retiros de mujeres.
8)Ser
parte de un ministerio.
9)Ahorrar
e invertir con nuestro dinero.
10) Ofrendar de manera especial para la
obra.
11)Servir
al Señor y a nuestro país a través de nuestra profesión u ocupación haciéndolo
con excelencia.
El estado de soltería nos permite hacer muchas
cosas. Debemos programarnos de tal manera que honremos a Dios manteniendo una
vida disciplinada y ordenada. Si Dios nos llama “en nuestro estado de soltería
debemos estar preparadas, para que Dios nos pueda decir como le dijo al siervo
fiel y diligente en Mateo 25:21 “Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en
el gozo de tu señor”.
Nuestra felicidad, bienestar y estabilidad, nuestro
futuro, no depende de un esposo, depende de Dios absolutamente. Un esposo es un
complemento, es una dádiva y don perfecto que desciende de lo alto, depende de
Dios y de si es Su voluntad que lo tengamos o no. Dios es fiel y El sabe
lo que es mejor para nosotras. Eso no significa que no nos preparemos como
mujeres de hogar, que seamos mujeres castas y prudentes, sumisas, con un espíritu
afable y apacible, que aprendamos a manejar un hogar, hacer un menú, saber ir
al supermercado, hacer una compra, organizar una despensa, llevar un
presupuesto, pagar las cuentas y llevar facturas, etc.
Ah! Tampoco significa que no debemos orar por un
compañero. Debemos orar, pero descansando en el señor y sin estar llenas de
ansiedad, siempre gozosas, esperando en Dios, estando en nuestro lugar, siempre
prudentes y cuidadosas. Debemos recordar que no debemos comprar lo que el mundo
está vendiendo, que las mujeres deben iniciar, que deben buscar. NO.
Debemos esperar, estar dispuestas, hermosas y disponibles.
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