Oseas 2: 14-17 Pero he aquí
que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 2:15 Y
le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y
allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida
de la tierra de Egipto.2:16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y
nunca más me llamarás Baali. 2:17 Porque quitaré de su boca los nombres de
los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
Estos son versículos increíblemente poderosos para
nuestras vidas, aquí encontramos la solución de Dios para una nación necia,
orgullosa y negligente.
El libro del profeta Oseas relata la historia
repetitiva de una nación rebelde, idolatra, obstinada, fría, ingrata con el
Dios que tanto la ha bendecido de múltiples formas, es un libro que describe el
comportamiento de la raza humana para con su creador.
Es más el Señor mismo les dice que el oro y la
plata que ellos ofrecen a sus dioses los baales, El se los dio, que paradójico
que con los mismos recursos que Dios nos da adoramos a otros dioses.
Es tan grande el amor de Dios que le habla al
corazón, es decir, cariñosamente.
Tan obstinada es ella, que Dios tiene que
“halagarla,” moderando así el juicio con gracia inesperada como para ganarla y
volverla a sus caminos.
Para este propósito fué necesario “llevarla al
desierto” (es decir, sujetarla a necesidades y pruebas temporales) con las
siguientes razones:
1.
Para hacer que le fuese aborrecible el pecado, por sus frutos
amargos,
2.
Que le fuese tanto más preciosa la gracia de Dios por el contraste
con el “desierto.”
3.
Para hablarte, es tanto nuestro afán que Dios muchas veces quiere
hablar con nosotros pero no tenemos tiempo, no queremos, somos muy importantes
para eso, entonces Dios nos tienen que llevar a un lugar donde aunque no
queramos le vamos a escuchar, donde es mas anhelamos oírle.
4.
Deuteronomio 8:2 Y te acordarás de todo
el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el
desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
si habías de guardar o no sus mandamientos. para afligirte, es que las aflicciones nos
preparan para el crecimiento y para acercarnos a Dios, éxodo 27:20 explica que
para que el aceite haga arder las lámparas continuamente debía ser de olivas
machacadas, algo que las aflicciones logran perfectamente en nosotros.
5.
Para probarte, solamente en las adversidades podemos saber quiénes
somos realmente, algunos de nosotros decimos Señor nunca te fallaré pero es
porque nunca hemos atravesado problemas, o decimos yo nunca dejaré de diezmar pero es porque nunca
hemos tenido problemas económicos, etc.
6.
Para saber lo que había en tu corazón, es en las crisis y momentos
difíciles que podemos saber que hay en nuestros corazones, odio, rencor,
envidia, duda, interés, etc.
7.
Deuteronomio 8:3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná,
comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber
que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de
Jehová vivirá el hombre. Para aprender a depender de Él, dice que los hiso tener hambre
para luego El saciarlos pero no con pan terrenal sino con mana, Dios nos hace
tener hambre de amor, de propósito, de salud, de familia, cosas que solo Él
puede saciar para que aprendamos a depender de Él y no del trabajo, ni del
dinero, ni de la familia, ni de los amigos, ni de los bancos, etc.
8.
Deuteronomio 8:4 u vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado
en estos cuarenta años, para hacerte valorar las cosas, ya que los seres humanos no
valoramos nada de lo que tenemos, en el desierto un vaso con agua que
normalmente lo tiramos, ahí lo valoramos mas, valoraron los vestidos y los
zapatos ya que eran los únicos que tenían.
9.
Salmos 106: 26-27 Por tanto, alzó su mano contra ellos
Para abatirlos en el desierto,
106:27 Y humillar su pueblo entre las naciones,
Y esparcirlos por las tierras. Para humillarnos, cuando somos orgullosos, soberbios, altivos, Dios nos humilla a través de grandes necesidades, es mejor ser humilde que ser humillado.
Para abatirlos en el desierto,
106:27 Y humillar su pueblo entre las naciones,
Y esparcirlos por las tierras. Para humillarnos, cuando somos orgullosos, soberbios, altivos, Dios nos humilla a través de grandes necesidades, es mejor ser humilde que ser humillado.
10. Lucas 4: 14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu
a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor, para perfeccionarnos
en el poder del Espíritu Santo.
11. Oseas 2: 16 En aquel tiempo, dice Jehová, me
llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Para que nuestra relación con el crezca, tal es el
caso de aquel pueblo le llamaba Señor pero después del desierto nunca más le
llamaría así, sino que marido.
La razón de este
cambio se debe a lo siguiente:
Ø Todas las personas con
mucha facilidad llaman Señor a alguien aun sin conocerlos, tal es el caso de
muchas personas que ni conocen a Cristo pero le llaman Señor.
Ø La palabra Señor
implica posesión mientras que Marido manifiesta la relación afectuosa.
Ø Baali se había
convertido en una forma de llamar al Dios Baal, hoy en día decir Señor se
escucha muy impersonal pues no sabemos a cual Señor le hablamos.
Ø El termino marido
implica relación, intimidad, comunión, fructificación, etc.
Ø “Mi amo y señor “que
alude a la autoridad más que al amor, y diciéndole Ishi, una manera cariñosa de
tratarlo.
Ahora bien estas son razones por la cuales Dios
permite los desiertos en nuestra vida, todas ellas tienen un solo propósito, lo
dice Deuteronomio 8: 16 que te sustentó con maná en el desierto,
comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote,
para a la postre hacerte bien; a la postre hacerle bien, no es que Dios se plazca en esto,
ni tampoco se goza, es solo que El conoce el resultado glorioso.
La duración del desierto en nuestras vidas
dependerá de nuestra respuesta al mismo, algunos entienden con rapidez, otros
somos más tardados, pero todos saldremos de ahí ya que nuestra generación no
nació para morir en el desierto.
Entrega tu vida a Dios, ríndele todo tu ser y el cambiara
toda situación, Cristo te ama, confía y espera en él, él es tu Hacedor, tu proveedor,
cree el Señor y dale tu corazón para que
tus ojos vean siempre por sus Caminos.
Dios te bendiga Poderosamente.
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