El
corazón es la fuente del deseo y la decisión, y
guardarlo con toda diligencia da por resultado que todos
los caminos de la persona que cree en Dios se afirmen el favor y la gracia
de Dios.
El corazón es, desde el punto de vista bíblico, el centro del intelecto, de la emoción, y de la voluntad. De él mana la vida
Proverbios 4:23. "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida."
Quiere decir que el corazón es algo sumamente especial porque de él brota la vida, y que los creyentes, particularmente, debemos considerar muy en serio.
Un corazón lleno de amor, nos da mucha vida, y por el contrario, un corazón lleno de amargura y resentimiento, no sólo daña a otros, sino también a nosotros mismos que finalmente pagamos las peores consecuencias al arrastrar esta situación que nos desgasta por toda la vida.
Romanos 8:11. "Y si el espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su espíritu que mora en vosotros."
Si tu corazón está limpio, el espíritu de Dios morará en él, y nuestro cuerpo mortal será vivificado, dice la palabra de Dios. Hay un espacio en nuestro corazón, que yo le llamo un cuartito, que está reservado exclusivamente para Cristo. Nadie más que Dios puede entrar a ese local; pero que él sólo entra cuando le abrimos la puerta. Sí es cierto que Él toca; mas no entra si no se le permite. Pero una vez que le abrimos el corazón, y se lo mostramos limpio y arrepentido, entra y morará ahí.
¿Cuántos de esos cuartitos todavía están vacíos, porque no se han limpiado lo suficiente como para que more El Rey? Yo diría que quedan muchos, y por su infinita paciencia, espera por que le permitan entrar.
Cuando ese cuartito se llena, por el único que lo puede llenar, del corazón emana vida, y vida en abundancia.
Lucas 7:44-47. "Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama."
Esta mujer que no había hecho otra cosa en su vida que pecar, en aquel momento limpió con arrepentimiento todo lo sucio que tenía en su corazón para agradar a Dios, y su espíritu entró inmediatamente y moró en ese cuartito que durante tanto tiempo estuvo vacío. En cambio, Simón el fariseo, un seguidor de la ley en apariencias, no hizo lo suficiente para que se llenara su corazón a plenitud.
En el corazón se alberga maldad o bondad; pero a ambas Dios las puede ver porque Él escudriña los corazones.
Génesis 6:5. "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal."
En los tiempos de Noé el pecado se manifestó de dos maneras principales: la lujuria sexual y la violencia. Todavía en los días de hoy, estos dos pecados siguen vivos como en aquellos tiempos, y el corazón, se los muestra a Dios. Pero los que limpian su corazón, verán el reino de Dios.
Mateo 5:8. "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios."
Como se ve, no sólo basta con decir, sí yo creo y después olvidar lo que dije hace un momento, hay que limpiar el cuartito para ver a Dios. Pero esto no debe ser algo que queda entre nosotros, aquí entre las cuatro paredes de esta iglesia, o de cualquier otra, porque hay muchos que no han oído, y su corazón está duro, y no expresan arrepentimiento y se llenan de ira para enfrentar el juicio.
Romanos 2:5. "Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios."
Las obras se contarán ese día, y vida eterna habrá para los que perseveran en el bien y la justicia; pero ira y enojo para los desobedientes que permanecen en la injusticia.
PARA CONCLUIR : Dice en Santiago 4:8. "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."
Dice que nos acerquemos a Dios, y él se acercará a nosotros. Dios quiere llegar a nuestro corazón; pero tenemos que ofrecérselo primero. No se lo ofrezcamos sucio, porque no la va aceptar, limpiemos nuestras manos y purifiquemos el corazón, para que llene ese espacio que hasta hoy, muchos lo hemos tenido vacío.
El corazón es, desde el punto de vista bíblico, el centro del intelecto, de la emoción, y de la voluntad. De él mana la vida
Proverbios 4:23. "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida."
Quiere decir que el corazón es algo sumamente especial porque de él brota la vida, y que los creyentes, particularmente, debemos considerar muy en serio.
Un corazón lleno de amor, nos da mucha vida, y por el contrario, un corazón lleno de amargura y resentimiento, no sólo daña a otros, sino también a nosotros mismos que finalmente pagamos las peores consecuencias al arrastrar esta situación que nos desgasta por toda la vida.
Romanos 8:11. "Y si el espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su espíritu que mora en vosotros."
Si tu corazón está limpio, el espíritu de Dios morará en él, y nuestro cuerpo mortal será vivificado, dice la palabra de Dios. Hay un espacio en nuestro corazón, que yo le llamo un cuartito, que está reservado exclusivamente para Cristo. Nadie más que Dios puede entrar a ese local; pero que él sólo entra cuando le abrimos la puerta. Sí es cierto que Él toca; mas no entra si no se le permite. Pero una vez que le abrimos el corazón, y se lo mostramos limpio y arrepentido, entra y morará ahí.
¿Cuántos de esos cuartitos todavía están vacíos, porque no se han limpiado lo suficiente como para que more El Rey? Yo diría que quedan muchos, y por su infinita paciencia, espera por que le permitan entrar.
Cuando ese cuartito se llena, por el único que lo puede llenar, del corazón emana vida, y vida en abundancia.
Lucas 7:44-47. "Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama."
Esta mujer que no había hecho otra cosa en su vida que pecar, en aquel momento limpió con arrepentimiento todo lo sucio que tenía en su corazón para agradar a Dios, y su espíritu entró inmediatamente y moró en ese cuartito que durante tanto tiempo estuvo vacío. En cambio, Simón el fariseo, un seguidor de la ley en apariencias, no hizo lo suficiente para que se llenara su corazón a plenitud.
En el corazón se alberga maldad o bondad; pero a ambas Dios las puede ver porque Él escudriña los corazones.
Génesis 6:5. "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal."
En los tiempos de Noé el pecado se manifestó de dos maneras principales: la lujuria sexual y la violencia. Todavía en los días de hoy, estos dos pecados siguen vivos como en aquellos tiempos, y el corazón, se los muestra a Dios. Pero los que limpian su corazón, verán el reino de Dios.
Mateo 5:8. "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios."
Como se ve, no sólo basta con decir, sí yo creo y después olvidar lo que dije hace un momento, hay que limpiar el cuartito para ver a Dios. Pero esto no debe ser algo que queda entre nosotros, aquí entre las cuatro paredes de esta iglesia, o de cualquier otra, porque hay muchos que no han oído, y su corazón está duro, y no expresan arrepentimiento y se llenan de ira para enfrentar el juicio.
Romanos 2:5. "Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios."
Las obras se contarán ese día, y vida eterna habrá para los que perseveran en el bien y la justicia; pero ira y enojo para los desobedientes que permanecen en la injusticia.
PARA CONCLUIR : Dice en Santiago 4:8. "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."
Dice que nos acerquemos a Dios, y él se acercará a nosotros. Dios quiere llegar a nuestro corazón; pero tenemos que ofrecérselo primero. No se lo ofrezcamos sucio, porque no la va aceptar, limpiemos nuestras manos y purifiquemos el corazón, para que llene ese espacio que hasta hoy, muchos lo hemos tenido vacío.
La sangre de cristo t limpia de pecado, al final de esta pagina esta una oracion hermosa, la oracion de Fe, hazla y el t limpiara y empezara la gran obra en ti, entrega tu corazon con sinceridad y esperanza en el Dios siempre esta contigo.. muchas bendiciones
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