30 abril 2012

El cuartito vacío


El corazón es la fuente del deseo y la decisión, y guardarlo con toda diligencia da por resultado que todos los caminos de la persona que cree en Dios se afirmen el favor y la gracia de Dios.

El corazón es, desde el punto de vista bíblico, el centro del intelecto, de la emoción, y de la voluntad. De él mana la vida

Proverbios 4:23. "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida."

Quiere decir que el corazón es algo sumamente especial porque de él brota la vida, y que los creyentes, particularmente, debemos considerar muy en serio.

Un corazón lleno de amor, nos da mucha vida, y por el contrario, un corazón lleno de amargura y resentimiento, no sólo daña a otros, sino también a nosotros mismos que finalmente pagamos las peores consecuencias al arrastrar esta situación que nos desgasta por toda la vida.

Romanos 8:11. "Y si el espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su espíritu que mora en vosotros."

Si tu corazón está limpio, el espíritu de Dios morará en él, y nuestro cuerpo mortal será vivificado, dice la palabra de Dios. Hay un espacio en nuestro corazón, que yo le llamo un cuartito, que está reservado exclusivamente para Cristo. Nadie más que Dios puede entrar a ese local; pero que él sólo entra cuando le abrimos la puerta. Sí es cierto que Él toca; mas no entra si no se le permite. Pero una vez que le abrimos el corazón, y se lo mostramos limpio y arrepentido, entra y morará ahí.

¿Cuántos de esos cuartitos todavía están vacíos, porque no se han limpiado lo suficiente como para que more El Rey? Yo diría que quedan muchos, y por su infinita paciencia, espera por que le permitan entrar.

Cuando ese cuartito se llena, por el único que lo puede llenar, del corazón emana vida, y vida en abundancia.

Lucas 7:44-47. "Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama."

Esta mujer que no había hecho otra cosa en su vida que pecar, en aquel momento limpió con arrepentimiento todo lo sucio que tenía en su corazón para agradar a Dios, y su espíritu entró inmediatamente y moró en ese cuartito que durante tanto tiempo estuvo vacío. En cambio, Simón el fariseo, un seguidor de la ley en apariencias, no hizo lo suficiente para que se llenara su corazón a plenitud.

En el corazón se alberga maldad o bondad; pero a ambas Dios las puede ver porque Él escudriña los corazones.

Génesis 6:5. "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal."

En los tiempos de Noé el pecado se manifestó de dos maneras principales: la lujuria sexual y la violencia. Todavía en los días de hoy, estos dos pecados siguen vivos como en aquellos tiempos, y el corazón, se los muestra a Dios. Pero los que limpian su corazón, verán el reino de Dios.

Mateo 5:8. "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios."

Como se ve, no sólo basta con decir, sí yo creo y después olvidar lo que dije hace un momento, hay que limpiar el cuartito para ver a Dios. Pero esto no debe ser algo que queda entre nosotros, aquí entre las cuatro paredes de esta iglesia, o de cualquier otra, porque hay muchos que no han oído, y su corazón está duro, y no expresan arrepentimiento y se llenan de ira para enfrentar el juicio.

Romanos 2:5. "Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios."

Las obras se contarán ese día, y vida eterna habrá para los que perseveran en el bien y la justicia; pero ira y enojo para los desobedientes que permanecen en la injusticia.

PARA CONCLUIR : Dice en Santiago 4:8. "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."

Dice que nos acerquemos a Dios, y él se acercará a nosotros. Dios quiere llegar a nuestro corazón; pero tenemos que ofrecérselo primero. No se lo ofrezcamos sucio, porque no la va aceptar, limpiemos nuestras manos y purifiquemos el corazón, para que llene ese espacio que hasta hoy, muchos lo hemos tenido vacío.

La sangre de cristo t limpia de pecado,  al final de esta pagina esta una oracion hermosa, la oracion de Fe, hazla y el t limpiara y empezara la gran obra en ti, entrega tu corazon con sinceridad y esperanza en el Dios siempre esta contigo.. muchas bendiciones

25 abril 2012

AUTO RECHAZOS

 
Dios nos ama incondicionalmente, no nos exige una conducta intachable para amarnos, solo nos ama porque Él es amor y perdón.

Si hay alguien con quién vamos a pasar mucho tiempo es con nosotros mismos, y muchas veces esta relación no funciona nada bien.

El autorechazo es no querernos, ni aceptarnos como somos y nos genera una serie de dificultades en nuestra forma de encarar la vida, por ejemplo: inseguridad, miedos, indecisión, irritabilidad, desconfianza, vicios, persecución y baja estima entre otras. Nos rechazamos porque pensamos que algo esta mal con nosotros o porque otros nos crearon una imagen mala y decidimos creerla como si fuera cierta. Claves para superar el autorechazo:

#1: Recibir el amor de Dios: 

Romanos 5:5a "y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado"  Puede que por un lado entendamos que Dios nos ama, sin embargo no sabemos recibir ese amor. Pensamos que Dios es como esas personas que nos exigían, criticaban y humillaban. Pero Dios nos ama incondicionalmente, no nos exige una conducta intachable para amarnos, solo nos ama porque Él es amor y perdón. Aceptar esta realidad es la base para vivir felices y disfrutando la vida que nos regalo.
#2 Aceptarnos no depende del desempeño: 
Proverbios 24:16 "Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse"  Siempre debemos amarnos  más allá de cómo sea nuestro desempeño en las cosas que hacemos. Si fallamos en algo, no es motivo para culparnos y desvalorizarnos, debemos permanecer tranquilos al fallar, porque es normal y además siempre podemos volver a intentarlo.

#3 Enfocarnos en las fortalezas

Josue 1:7 "Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas"  Todos tenemos debilidades y defectos pero también todos tenemos talentos y fortalezas; el problema radica en pensar que nuestros defectos son muy grandes. Solo debemos ocuparnos en desarrollar las capacidades que tenemos, sin preocuparnos demasiado por las debilidades. Si nos lo proponemos vamos a poder hacer relucir nuestros talentos y capacidades cuando tengamos confianza y autoaceptación.

#4 No temer al fracaso: 

Deuteronomio 30:19 "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia"  Hay quienes se sienten muy tranquilos si jamás intentan nada, porque piensan que así no fracasarán, pero en verdad es menospreciar nuestro valor y capacidad. Quién no arriesga nada para no fracasar, vive en su corazón angustiado, insatisfecho y temeroso.

#5 Aceptarnos para ser aceptados: 
Eclestiastés 7:1a "Mejor es la buena fama que el buen ungüento"  Si te gusta como eres será como un imán que mejorará y atraerá buenas relaciones. Cuando estás desconforme contigo mismo producirá que los demás sientan de ti lo mismo que tu.

#6 No al perfeccionismo:
Hebreos 12:1b "despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" Al tener expectativas irreales de las cosas nos frustramos y esto nos hace rechazarnos. No esperemos que todo sea perfecto, porque nos estresará.

Aprendamos a tener misericordia de los demás como de nosotros mismos. Vamos a enfrentar situaciones desagradables y personas difíciles, pero si usamos la paciencia y perseverancia podremos superar los obstáculos y esperar lo mejor.

El amor de Dios es perfecto y nos quita el temor y rechazo, a su vez que nos prepara para amar y tolerar a los demás.

23 abril 2012

Detenidos en el tiempo


Detenidos en el tiempo

El temor puede y detiene a muchos de vivir la vida que Dios quiere que vivamos. 
Pero el temor no es lo único que nos detiene, existe algo más que también es responsable de detener nuestro crecimiento, y de detener las bendiciones de Dios para Su pueblo.  Todos sabemos que estamos llamados a ser criaturas nuevas; todos sabemos que tenemos que cambiar todo lo que somos si decimos que somos Cristianos, pero no todos pueden hacerlo. En la palabra de Dios en su historia podemos encontrar los errores cometidos por otros, y si prestamos atención, y escuchamos consejo, entonces nosotros podemos prevenir que nos pase a nosotros.  Hoy examinamos la historia del pueblo de Dios y vemos que fue lo que detuvo que ellos recibieran la bendición que Él tenia esperándoles.  

Éxodo 32:1-4 - Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2 Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. 3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; 4 y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.  

Dios había liberado de la esclavitud al pueblo de Israel usando a Moisés, (Éxodo 3:7-10). La liberación que ellos recibieron no fue cosa fácil de obtener; Moisés no llego y el faraón les soltó.  Cuando examinamos la historia vemos que Dios endureció el corazón del faraón, y creo que Él ha hecho lo mismo con el hombre hoy en día a causa de la rebeldía y maldad. El faraón tuvo que aprender unas lecciones muy difíciles antes de soltar a ese pueblo que él mantenía esclavo (Éxodo 7:17; 8:5; 8:16-17; 8:24; 9:6; 9:10; 9:23-24; 10:14-15; 10:21-22; 11:5), y el mundo también tendrá que aprender lecciones muy difíciles en esto tiempos. Las cosas para Moisés no le fueron nada fácil, pero la realidad del caso es que las cosas que verdaderamente importan nunca son nada fáciles. Moisés se dejo guiar por Dios, Moisés cumplió con lo que Dios le había encomendado, aunque déjenme decirles que no lo hizo sin antes protestar y poner excusas (Éxodo 3:11; 4:1; 4:10; 4:13). Pero para Dios no existen excusas (Éxodo 3:12; 4:2-9; 4:11-12; 4:14-16).

Moisés subió al monte Horeb, él subió para entrar en intimidad con Dios y para recibir Sus leyes, Aquí vemos como este pueblo que había sido liberado y bendecido por Dios, una vez que perdieron a Moisés de vista cayeron nuevamente en el pecado. Ellos se rebelaron contra Dios. Moisés les había dicho que le esperaran (Éxodo 24:12-14,) y ellos sabían exactamente donde él estaba y lo que estaba haciendo (Éxodo 24:16-17.) Ellos sabían que Moisés se encontraba ante la presencia de Dios, pero ellos se dejaron llevar por las tradiciones, ellos se dejaron llevar por los impulsos de la carne, ellos no le esperaron pacientemente, ellos regresaron a la esclavitud. 

Por k haría esto el pueblo de isreal, lo hicieron porque su espíritu estaba detenido en el pasado.  Al principio antes de cruzar el Rio jordan el pueblo estaba bien alegre, estaban bien felices de finalmente ser libres, pero todo esto cambio.  Este pueblo comenzó a cambiar, o mejor dicho, el espíritu de estas personas comenzó a cambiar cuando vieron que delante de ellos existía un camino difícil.  El animo del pueblo pronto se convirtió de gozo y a alegría a rebeldía y negativismo y conspiración.  Esto sucedió porque ellos meditaron más en su pasado que en lo que estaba por venir.  

Este pueblo alcanzo ver señales poderosas, asta alcanzaron ha oír a Jehová hablándole a Moisés (Éxodo 19:9; 18-19; 20:18-19), pero  aunque ellos habían salido de Egipto, Egipto no había salido de ellos. Ellos no habían sacado a Egipto de sus vidas..Ellos estaban detenidos en el pasado

El campo principal de batalla es nuestra mente. En nuestra menta nacen los sentimientos de ira, contienda, avaricia, venganza y temor. En nuestra mente nacen los sentimientos de culpabilidad, lastima propia, descorazonamiento, y duda.  En nuestra mente es peleada esa batalla entre el bien y el mal, y si no tenemos mucho cuidado, si no reconocemos los ataques del enemigo a nuestra vida a través de los pensamientos, entonces no seremos victoriosos, sino seremos derrotados.

Eso mismo fue lo que le sucedió al pueblo de Israel, sus mentes fueron llenas de solo los momentos fáciles, fueron llenas de solo los momentos cuando se sentaban a comer y demás.  El demonio mentiroso lleno sus mentes con deseos y memorias mundanas, y se robo la bendición que Dios tenia para ese pueblo (Deuteronomio 34:4.)  Este pueblo que Dios libero de las manos del faraón nunca entro en la tierra prometida. 
Como el pueblo de Dios que somos, nosotros no estamos llamados a detenernos en nuestro a retroceder, estamos llamados a avanzar (Filipenses 3:13.)  Estamos llamados a conquistar, estamos llamados a vencer.  El enemigo quiere que pensemos diferente, el enemigo quiere que pensemos que no podemos enfrentarnos y vencer, el enemigo quiere hacer la batalla lucir mucho más difícil de lo que es, pero nosotros tenemos las promesas de Dios (Juan 16:33; Romanos 8:37-39; Apocalipsis 17:14.) 

Nosotros tenemos la victoria que Cristo murió en la cruz para entregarnos.  No siendo merecedores Su sangre nos limpio de todo pecado.  No siendo merecedores Su sacrificio nos redimió ante los ojos de Dios; díselo al que esta a tu lado.  Como el pueblo de Dios tenemos que aprender que Dios no nos quiere sentados, Dios no nos quiere acampados en el conocimiento de nuestra salvación.  Dios quiere que siempre estemos en un movimiento hacia delante.  Dios quiere que avancemos confiando que Él esta presente, que Él esta en control, que Él nos entregara la victoria.  Dios no te quiere detenido en el pasado, Dios no te acusa (Juan 8:10-11; Apocalipsis 12:10.)  Una persona que profesa ser Cristiana no puede ser tal como era, tiene que haber un cambio completo, en la manera de actuar, hablar y pensar.   Si no existe un cambio completo en nuestra vida, entonces no nos podemos llamar Cristianos (1 Corintios 10:21-22.)  Este pueblo ciertamente no entendió esto, este pueblo dijo: “Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.”  Este pueblo cambio la verdad de Dios por la mentira del diablo.  Ellos no cambiaron, ellos no avanzaron, ellos se detuvieron en su pasado y regresaron a la idolatría pagana que practicaban en Egipto.  

No podemos permitir que nuestros pensamientos nos alejen de Dios (1 Pedro 1:13-16).  De nuestros corazones dice el Señor salen malos pensamientos, pero esto es solo si nuestros corazones y nuestras mentes no están concentradas en Dios (Romanos 12:2.)  Este fue el caso de ese pueblo, ellos no estaban concentrados en Dios, ellos estaban concentrados en Moisés, estaban concentrados en las cosas de este mundo.  Como el p[pueblo de Dios que somos tenemos que buscar más de Dios en todo momento (Isaías 55:6-7.)  Mirando a nuestro alrededor podemos ver que las cosas en este mundo no están nada buenas.  ¿Por qué es esto?  Las cosas están como están porque el mundo no busca de Dios. Esto es la verdad para todo aquel que vive en el mundo, pero también es la verdad para muchas personas en el cuerpo de Cristo. Si hermanos es la verdad porque en el cuerpo de Cristo existen muchas personas que no buscan más de Dios. Lo que sucede en muchas ocasiones es que tal como el pueblo de Israel en este entonces, nosotros estamos tan preocupados con las cosas que nos rodean, que se nos olvida que servimos a un Dios justo (Salmos 145:7; Isaías 30:18.) Lo que sucede es que muchas personas piensan que conocen la voluntad de Dios. También existen muchos que piensan que tienen suficiente tiempo para conocerle en el futuro, piensan que como han recibido el regalo de la salvación no necesitan hacer mas nada. Pero les digo que toda persona que piense así esta muy equivocada. Toda persona que piense que existe suficiente tiempo en el futuro de conocerle esta muy equivocada. Recordemos que el día de mañana no se la garantiza a nadie (Proverbios 27:1; Santiago 4:13-14.)  El cambio tiene que ser ahora, en este mismo momento.  

Si no estamos dispuestos a cambiar, si no cambiamos nuestra manera de pensar, si no dejamos el pasado en su lugar, y nos concentramos en el futuro que Dios nos tiene, entonces nunca estaremos dispuestos a atravesar por esos desiertos.  Nunca permitiremos ser guiados hacia los lugares mayores y mejores que Dios tiene para nosotros.  No podemos permitir que el enemigo acampe en nuestro corazón y mente.  Tenemos que confiar que nuestro Padre celestial va delante de nosotros, que nuestro Padre celestial pelea por nosotros (Deuteronomio 3:22; Josué 23:10.)  Tenemos que permitir que Él se glorifique en esas situaciones cual nosotros pensamos perdidas.  Como iglesia tenemos que movernos hacia delante, avanzar y conquistar.  Como iglesia tenemos que hacer un compromiso genuino con Dios, no podemos mas hacer las cosas a media. Sepamos que ¡si queremos ser bendecidos, tenemos que bendecir! (2 Corintios 9:6)  ¡Si queremos ser victoriosos, tenemos que pelear! (1 Timoteo 6:12)  ¡Si queremos avanzar, tenemos que marchar y ser valientes! (Josué 1:9.)  ¡Si queremos ser perdonados, tenemos que perdonar! (Mateo 6:14-15; 18-21-22.)  

Para concluir.  Es hora de que el pueblo de Dios se someta a Dios sin condiciones. No podemos permitir que las cosas de este mundo, que las dudas, o la desconfianza detengan la obra de Dios en cada uno de nosotros. No existe poder ni potestad que pueda derrumbar lo que Dios ha hecho (Romanos 8:38-39), no existe poder ni potestad que nos pueda quitar la victoria que Cristo murió en la cruz para darnos. No podemos detenernos en el pasado, tenemos que confiar que Dios esta con nosotros en todo momento. Tenemos que tomar control de la batalla, reprender esos pensamientos, y llenar nuestras mentes con Su santa y divina Palabra.    La batalla puede ser difícil, pero la guerra ya la ha ganado Cristo por nosotros.  Cristo le venció con Su sacrificio en la cruz (Hebreos 2:14) pero recordemos que aunque el demonio fue derrotado, todavía esta tratando de engañarnos en todo momento (Apocalipsis 12:9.)  Su hora llegara, con cada día que pasa más se acerca su fin, se acerca el día cuando Cristo establecerá Su reino aquí en la tierra (Apocalipsis 11:15;) cuando el demonio mentiroso no podrá engañar más al mundo.  Pero asta ese entonces, velemos cautelosamente, cuidemos nuestros corazones y reprendamos esos pensamientos que no edifican sino destruyen y contaminan.  Examínate hoy en día, y pregúntate, ¿qué detiene la bendición de Dios para mi vida?  ¿Estas atrapado en el pasado?  Entrégaselo hoy a Cristo y recibe liberación (Mateo 11:28-30.)  No permitas que el demonio mentiroso te mantenga afuera.

Dios t bendiga Grandemente

18 abril 2012

Bajo la cobertura del altísimo

Una de las cosas más difíciles de hacer que el ser humanos confronta es confiar.  Confiar es algo que encontramos difícil hacer porque a través de nuestra vida, todos hemos sido decepcionados o traicionados por personas en quien habíamos depositado toda nuestra confianza.  
Debido a esto nuestro corazón de cierta forma ha sido endurecido, lo que causa que en ocasiones dejemos de confiar o no podamos confiar en Dios.  Estas decepciones o traiciones causan que nosotros dudemos del poder de Dios, lo que causa que nos desviemos de los caminos que Él desea que sigamos, o que nos detengamos en nuestro crecimiento espiritual.  En otras palabras, permitimos que las cosas de éste mundo nos cieguen a la realidad de que nosotros vivimos en el reino de Dios, bajo Su cobertura, y poder.  Es por eso que en el día de hoy deseo que examinemos una pequeña porción de historia acerca de éste mismo tema, que nos ayudara a descubrir el poder de Dios en nuestra vida.  Pasemos ahora a la Palabra de Dios.  

Éxodo 13:17-22 - Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. 19Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. 20Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. 21Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.   

Como acostumbro a decir, para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el día de hoy, nos será necesario hacer un breve repaso de historia.  Como todos sabemos, los descendientes de Abraham hicieron morada en Egipto después que José fuera nombrado gobernador de Egipto como encontramos en Génesis 41:40-43 cuando leemos “Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: !!Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.”  Ésta autoridad permitió que José pudiera establecer a su familia en la tierra de Egipto; esto es algo que queda bien declarado en Génesis 47:11 cuando leemos “Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón.” En éste tiempo el pueblo de Dios creció grandemente como encontramos en Éxodo 1:7 cuando leemos “Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.”  Ahora bien, aunque el pueblo de Dios fue inicialmente bienvenido a la tierra de Egipto, después de la muerte del faraón y de José, los egipcios llegaron a temerles debido al crecimiento, y éste temor condujo al nuevo faraón a que hiciera a éste pueblo esclavos de Egipto.  Fíjense bien como esto es algo que queda bien declarado en Éxodo 1:12-14 cuando leemos “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. 13Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, 14y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.”  A primera vista esto puede aparentar como si Dios se hubiese olvidado de Su pueblo, pero la realidad del caso es que esto no es así.  Fíjense bien como esto es algo que queda bien reflejado en Éxodo 3:7-8 cuando leemos “Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.” Aunque este pueblo sufrió en manos de los egipcios, Dios nunca los abandono.  Dile a la persona que tienes a tu lado, Dios no nos abandona.

Porque Dios nunca les abandono, Dios no permitiría que Su pueblo saliera de la tierra de Egipto sin primero recibir una recompensa por lo que ellos habían obrado.  Fíjense bien como esto es algo que queda bien declarado en Éxodo 3:21-22 cuando leemos “Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; 22sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.”  Ellos salieron de Egipto bendecidos no solo por la presencia de Dios, sino que también fueron bendecidos en lo material.  Fijense bien como esto queda bien declarado en Éxodo 12:35-36 cuando leemos “E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos. 36Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios.”  ¿Por qué es tan importante que sepamos estos detalles?  Es necesario que sepamos estos detalles por dos razones.  Numero uno; estos detalles establecen la base sobre la que edificaremos hoy.  Esta base es que cuando aprendemos a confiar en Dios, Él escuchar nuestras oraciones, y más importante de todo, Él nos responderá.  Segundo, estos breves hechos de la historia nos revelan que aunque somos el pueblo escogido de Dios, esto no quiere decir que estaremos libres de tener que atravesar por momentos difíciles.  Así que con esto en mente, continuemos ahora con nuestro estudio de hoy.
  
Aquí leemos “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.”  Lo primero que deseo que notemos aquí es que aunque existía un camino más corto a la tierra prometida, Dios no les condujo en esa dirección.  Dios les condujo por una ruta larga, causando que ellos hicieran un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Esto es algo que muchos de nosotros no logramos entender, y es algo que sucede hoy en día pero que nosotros no logramos aceptar.  En otras palabras, no logramos aceptar de la manera que Dios hace las cosas.  Esto sucede porque no logramos entender o simplemente no queremos entender que en ocasiones Dios nos guiara por caminos difíciles.  Pero la realidad del caso es que son en esos mimos momentos cuando Dios se glorifica; en esos momentos cuando todo aparenta estar perdido, cuando en nuestra mente no existe solución, Dios nos recuerda que Él no se ha olvidado de nosotros y Su poder se glorifica en nuestra vida.  Esto mismo fue lo que sucedió con el pueblo de ese entonces.  Fíjense sien como esto que bien reflejado en Éxodo 14:21-22 cuando leemos “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.”  El pueblo de Dios estaba completamente preocupado, todo aparentaba estar perdido, ellos estaban atrapados y no podrían escaparse del ejército egipcio que les perseguía y estaba a punto de alcanzarles para matarles.  Pero una gran realidad es que Dios no había liberado a este pueblo para que ahora murieran.  Dios les había liberado para entregarles la tierra prometida; pero antes de tomar posesión de Su promesa, ellos tendrían que aprender a confiar y a dejarse guiar por Él.  Esto es algo que Dios quiere de todos nosotros, Él quiere que tengamos una confianza absoluta en Su poder.  Dios desea que nosotros estemos dispuestos a poner todo en Sus manos, dispuestos a confiar en que Él nos guiara al lugar donde debemos permanecer.  El camino en ocasiones se nos puede hacer difícil, quizás nos cansemos un poco, quizás exista un desierto por el que tendremos que atravesar.  Pero nunca debemos olvidar que a pesar de toda situación, Dios siempre está con nosotros.  Esto es algo que queda bien declarado en Juan 14:16-17 cuando leemos “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”   
Continuando con nuestro estudio leemos “Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.”  

Para tener un mejor entendimiento del significado y el simbolismo de estos dos pequeños versículos, debemos detenernos por un breve momento y analizar las características de un desierto.  Un desierto es un territorio desolado arenoso o pedregoso, que por la falta casi total de lluvias carece de vegetación. Las condiciones en un desierto son extremosas, durante horas del día la temperatura sube a condiciones calurosas casi intolerables, y durante la noche la temperatura baja y hace un frió que penetra hasta los huesos.  Con esto en mente, examinemos ahora nuevamente la descripción de cómo Dios se manifestó a Su pueblo en este instante y su significado.   

La Palabra nos dice “día en una columna de nube para guiarlos por el camino”; ¿qué simboliza está descripción?   Ésta descripción simboliza que Dios les iba protegiendo en todo su caminar.  Como les dije, en las horas durante las que el sol está afuera, el calor en el desierto alcanza temperaturas casi intolerables, sin embargo, la sombra de una nube puede reducir la temperatura grandemente.  La Palabra nos dice “de noche en una columna de fuego”; ¿qué simboliza está descripción? Como les dije, en las horas de la noche en el desierto, la temperatura baja extremadamente y llega a hacer un frió que penetra los huesos, pero un buen fuego produce ese calor que tanto se anhela en esos días fríos.  ¿Qué significa todo esto?  Esto significa que aun en esos momentos de intenso fuego, o esos momentos cuando todo aparece estar perdido, Dios nos tiene bajo Su cobertura.  Pero quiero que también prestemos mucha atención a otro detalle encontrado aquí; la Palabra nos dice “a fin de que anduviesen de día y de noche.”  Dios les estaba protegiendo en todo momento, pero lo estaba haciendo con un propósito.  Dios no quería que este pueblo se detuviera, Dios quería que este pueblo se moviera constantemente hacia Su promesa.  Esto mismo es lo que Dios quiere de nosotros.  Como el pueblo de Dios que somos, nosotros estamos llamados a avanzar en todo momento.  Estamos llamados a conquistar, estamos llamados a vencer.  Nuestro enemigo quiere hacernos pensar algo muy diferente. El enemigo quiere hacernos pensar que no podemos enfrentarnos y vencer, el enemigo quiere hacer la batalla lucir mucho más difícil de lo que es, pero nosotros tenemos promesa de Dios como encontramos en Juan 16:33 cuando leemos “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”  Cuando nos mantenemos bajo la cobertura del altísimo, entonces tenemos la victoria que Cristo nos ha entregado.  Dios desea que Su pueblo hoy se mantenga avanzado en todo momento; Dios quiere que avancemos confiando que Él esta presente, que Él esta en control, que Él nos entregara la victoria.   

El pueblo de Dios de ese entonces presencio grandes señales; sin embargo, esa generación que Dios libero nunca cambio.  ¿Por qué no pudieron cambiar?  La razón principal por la que no pudieron cambiar fue el temor.  Digo esto porque cuando tomamos el tiempo de analizar la historia de este pueblo, no es difícil descubrir que la mayoría de sus quejas estaban centradas en el temor.  Ellos temían morir de hambre; fíjense en lo que encontramos en Éxodos 16:2-3 cuando leemos “Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.”   Ellos temían morir de sed; fíjense lo que encontramos en Éxodos 17:3 cuando leemos “Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?”  Es más, este pueblo hasta tuvo temor de tomar posesión de la tierra que Dios les había prometido; fíjense bien en lo que encontramos en Números 13:31 cuando leemos “Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.”  ¿Qué causo este temor?  Este temor fue porque a pesar de las grandes señales que ellos presenciaron, ellos no confiaban en Dios absolutamente.  Hermanos, cuando no confiamos en Dios absolutamente, entonces nuestro enemigo sembrara la semilla de temor en nuestra mente.  El temor es un arma extremadamente poderosa que nuestro enemigo usa que nos detiene por completo de movernos hacia las promesas de Dios.  El temor es un arma eficaz que corta nuestro espíritu, y detiene nuestro crecimiento.  

El pueblo que Dios libero de las manos del faraón nunca entro en la tierra prometida debido a su rebeldía y desobediencia, pero ambas cosas fueron causadas por el temor.  El temor nos detendrá de hablarle a una persona acerca de la Palabra de Dios; nos dirá que nos sabemos lo suficiente.  El temor nos detendrá de diezmar y ofrendar; nos dirá que no tenemos lo suficiente.  El temor nos detendrá de conducir una vida victoriosa; no avanzaremos por temor a fracasar.  El temor nos detendrá de cambiar; nos dirá que seremos repudiados.  El temor es un arma extremadamente poderosa del enemigo, reprendámosla hoy.  Dile a la persona que tienes a tu lado lo que encontramos en 2ª Timoteo 1:7 cuando leemos “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”   

Para concluir.  La Palabra nos dice “Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.”  El pueblo de ese entonces, al igual que nosotros hoy en día, estaba bajo la cobertura de Dios.  Dios nunca les abandono, y Dios nunca nos abandonara, pero tenemos que estar dispuestos a confiar en Él en todo momento.   No podemos permitir que nuestras malas experiencias nos alejen de la cobertura de Dios.  Tenemos que confiar en que Él esta atento, y que Él pelea esas batallas que nosotros no podemos; esto es promesa de Dios como encontramos en Deuteronomio 3:22 cuando leemos “No les temáis, porque el SEÑOR vuestro Dios es el que pelea por vosotros." Tenemos que permitir que Él se glorifique en esas situaciones que nosotros pensamos perdidas.  Como el pueblo de Dios que somos tenemos que movernos constantemente hacia Su presencia.  Dios iba delante de ellos, confiemos siempre que Él va delante de nosotros.

Dios te bendiga Grandemente..

11 abril 2012

TRES METAMORFOSIS

Una pequeña oruga emprendió la marcha en dirección al sol. A la vera del camino se encontraba un saltamontes.
—¿A dónde vas? —le preguntó.
Sin dejar de arrastrarse, la oruga contestó:
—Tuve un sueño anoche: soñé que contemplaba todo el valle desde la cumbre de la gran montaña. Tanto me gustó lo que vi en el sueño que he decidido hacerlo realidad.
Mientras la oruga se alejaba, el saltamontes, sorprendido, se burló de ella:
—¡Estás loca! ¿Cómo vas tú a llegar hasta allá? Para ti, que eres un simple gusano, una piedra es como una montaña, un pequeño charco, como un mar, y cualquier tronco, como una gigantesca muralla.
La oruga oyó impertérrita sus reproches, sin dejar un solo momento de seguir arrastrando su diminuto cuerpo. De pronto oyó la voz de un escarabajo:
—¿A dónde vas con tanto empeño?
Bañada en sudor y jadeando, la oruga le explicó que había tenido un sueño en el que contemplaba todo el mundo desde la cumbre de la gran montaña, y que iba a escalarla para que ese sueño se hiciera realidad. El escarabajo soltó la carcajada y dijo:
—Ni yo, con estas patas tan grandes que tengo, intentaría realizar algo tan ambicioso.
Del mismo modo, a medida que la determinada oruga avanzaba centímetro por centímetro, la araña, el topo y la rana le aconsejaron que desistiera en su empeño.
—¡Ni en el jamás de los jamases podrás lograrlo! —le advirtieron.
Pero en lo más recóndito de su ser había un impulso que la obligaba a seguir adelante. Ya agotada y exánime, decidió detenerse a descansar. Con las pocas fuerzas que le quedaban, construyó un lugar donde pasar la noche. «Aquí estaré mejor», dijo. Pero durante la noche, murió.
Todos los animales del valle fueron a ver sus restos. ¡Ahí yacía, impasible en el refugio que era su concha, la criatura más loca de la creación! Había construido como su tumba un monumento a la insensatez, digno de quien muere por una ilusión.
Una mañana de sol resplandeciente los animales volvieron a congregarse en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos. La concha dura comenzó a quebrarse, y vieron unos ojos y unas antenas que no podían ser las de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de salir de su asombro, fueron saliendo las hermosas alas de mariposa de aquella impresionante criatura que tenían enfrente, la que realizaría su sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.
Así como Dios predestinó a las orugas a convertirse en lindas mariposas, también nos predestinó a los seres humanos a ser transformados conforme a la atrayente imagen de su Hijo. 
1 En otras palabras, Dios ha determinado que nuestro verdadero destino sea la gloria. Pero para llegar a esa gloria que nos tiene preparada, tenemos que seguir a Cristo, su Hijo. Porque de aquí a la gloria Cristo quiere transformarnos mental y espiritualmente.
 2 y antes de nuestra llegada, físicamente también. Ese día, cuando parezca que hemos muerto, Él transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo aún más glorioso que el de la mariposa, pues el nuestro no será frágil y perecedero, sino fuerte e inmortal. 
3 ¡Y en ese cuerpo glorificado coronaremos la gran montaña celestial!

ROMANOS 8:29,30 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermano.8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 

ROMANOS 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 

1 CORINTIOS 15:50-54  Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.  15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 15:52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.15:53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

Dios Bendiga tu vida Grandemente, 

Victorias!!!


09 abril 2012

No puedes perdonar?

Dentro tuyo habita el Espíritu Santo que te ha capacitado con fuerza y habilidad para perdonar.

(Salmo 142. 5-7) - El perdón de Dios a través de Jesús por nuestras faltas nos abrió el acceso directo a Su Presencia; ¿porque es necesario perdonar? es necesario para que la sanidad interior sea real y permanente. Perdonar traer libertad y te quita peso para poder avanzar libremente hacia los planes buenos y altos del Señor para sus hijos.

Día tras día nos relacionamos con personas angustiadas, heridas, solas, que arrastran sufrimiento a causa de lo que les han hecho en un determinado momento de su vida, o varios momentos; otros viven amargados a causa de los propios errores y sus consecuencias y no logran liberarse de ese dolor. Pueden ser personas con una familia bien constituida, con una situación financiera, social, familiar hasta admirable y sin embargo no ser realmente felices. Otras son personas que a causa del dolor provocado por la mentira, el engaño, el abandono, el rechazo se transforman en personas tristes, solitarias amargadas, que espantan a quienes de verdad los ama y hasta terminan con enfermedades crueles.

¿Qué cosas generan estas amarguras?
La traición, la infelicidad, la defraudación, el abandono, el rechazo, etc. y algunas de las causas son:
- Cuando padres se separan y eligieron otra pareja.
- Cuando alguién que decía ser tu amigo divulgó tu intimidad.
- Cuando en tu trabajo cumpliste, fuiste ordenado y otros que no lo hicieron fueron ascendidos pero tu no.
- Cuando te estafaron financieramente
- Cuando tu pareja te fue infiel
- Cuando te comparaban con otras personas.
- Cuando lo hacían y veías el sufrimiento del comparado.
- Cuando falleció un ser querido y te dio dolor porque te dejó.

La lista seria interminable, tu podrás completarla con lo que entiendes que no podes perdonar y que te produce amargura.

Rechazo: En la época de Jueces, en capítulo 11 habla de un hombre guerrero, valiente fue rechazado y echado por sus hermanos y familia porque era hijo de una prostituta, pero luego, como estaban en problemas lo buscaron para que los ayudara en una batalla y él, que los perdonó luchó a su favor y ganó la batalla. Pero hasta que no perdonó, hacía lo incorrecto porque a causa del rechazo dice que se junto con gente malhechora.

Pueden haberte rechazado en muchos lugares y hoy no estas haciendo lo correcto, hablas de esa persona, no valoras tus logros, no tomas lo que te pertenece. No perdonas al que te abandonó, al que te rechazó, te encarcela, te apresa y te hace decidir desde el dolor, por sentimientos; y es posible que te arrepientas de esas decisiones.

Una persona abandonada y rechazada o mal amada por su familia crecerá sintiéndose inmerecedora del amor y buscará inconscientemente amores, relaciones donde saldrá lastimada y víctima de los demás.

Cada palabra y cada persona que te lastimó y te provoco dolor, sentimientos de amargura llegan a ser como una cárcel para tu vida.

Hay tanta gente amargada por lo que le hicieron, o están resentidas porque los otros siguieron con sus vidas Ej: Tu pareja te dejó y estás amargado, pero él o ella ya tienen nueva familia.

Amargo= se relaciona con lo ácido. Es lo contrario a lo dulce. ¿Viste alguna persona resentida ser dulce? Tal vez aparentemente no lo son, pero cuando son presionados un poco por ciertas circunstancias que lo incomodan se manifiesta la amargura en las siguiente formas:
- En sus respuestas.
- En Pensamiento negativos limitados.
- En la desesperanza.
- En ofensas que no olvidan.

¿Cómo nacé la raíz de amargura? Para que haya una raíz primero tiene que haber una semilla, y esa semilla debe haber sido regada y cuidada. La falta de perdón es la semilla que da origen a la amargura.

Piensa en quien te dañó en algún momento. Ese daño, es la raíz el daño inicial, pero siguieron otros daños, otras personas y el resultado es tu vida estancada, cada vez que recuerdas lo que te hicieron no puedes salir del dolor porque siempre con un nuevo pensamiento cuidas la amargura y la amargura sigue ahí, encarcelando tu corazón.

Amargura va de la mano con la esclavitud. Cuando los hebreos iban a salir de Egipto el Señor les dijo que celebraran la Pascua, y aun hoy siguen celebrandola de este modo: tenían entre otras cosas que comer hierbas amargas para recordar de dónde el Señor los había sacado. De esclavitud a libertad. La falta de perdón es ácida, amarga, es veneno que busca borrar tu identidad de vencedor, te genera actitudes de mal humor, te hace creer que lo que estas viviendo será así para siempre, vives creyendo que todos se complotan contra ti porque no tienen hacia esa persona tus mismos sentimientos. Es veneno que te está matando en vida, cada pensamiento de ese pasado es un nuevo sorbito de veneno, que te acomoda y encarna el traje de preso, de cautivo cuando en verdad naciste para ser Rey o Reina del Señor.

La falta de perdón hacia quien te daño, o hacia ti mismo te hace huir de los buenos propósitos, porque piensas que no te los mereces y boicoteas puertas abiertas de gente que te ama y al bueno y verdadero amor.

¿Qué es perdonar? es hacerte un favor a ti mismo. Perdonar es evitar ser envenenado, es salir de la cárcel, es sacarte el traje monótono rayado de preso y ponerte el que te corresponde, el de rey o reina, y crecer en una persona dulce, agradable con color, lleno de vida. Para crecer con una personalidad atractiva, con actitud de fe ante los problemas esperando cada día lo mejor y creciendo día a día en el poder y en el amor del Señor.

¿Cómo perdono? Juan 20:22 dice: "Soplo sobre ellos y les dijo: reciban el Espíritu Santo, a quienes les perdonen sus pecados les será perdonado y a quienes no, no les serán perdonados". El Espíritu Santo sopló sobre ti, y en lo primero que te habilitó es en la capacidad para perdonar. Puedes perdonar o no, pero no hacerlo es vivir preso y tener cautivo tu corazón. Dentro tuyo habita el Espíritu Santo que te ha capacitado con fuerza y habilidad para perdonar. A veces decimos “no puedo” y no es cuestión de poder si no de hacer. A veces decimos: "no siento que se merezca mi perdón". Humanamente no, pero tu eliges vivir en libertad y correr sin peso hacia los planes de Dios, o quedarte solo con lo que misericordiosamente el Señor te da. Dios no te obliga a perdonar pero te capacitó con su Espíritu Santo para que lo hagas.

Has vivido atado a un dolor, una persona, o una traición pero eso sucede por qué no pudiste perdonar. Hoy di: "Espíritu Santo sopla en mí y dame fuerzas, elijo perdonar y liberar a esa persona de su deuda emocional conmigo". Elijo caminar como hijo/a del Rey, en libertad. Perdono y le deseo el bien, que te conozca como su salvador. Perdono y clamo por la restauración de mi presente y futuro. Perdono a pesar de mis sentimientos.

Que Dios te Bendiga en Gran Manera

03 abril 2012

El éxito y la familia


La raíz del descuido en la familia no es ni más ni menos que egoísmo. No subas la escalera del éxito pisando sobre tu familia.
A todos nos gusta tener éxito en lo que hacemos, pero: ¿Qué es el éxito para ti?
Un empresario podría decir: “Aumentar las ventas cada año”, un pastor: “Tener la iglesia más grande”, un músico: “Grabar muchos discos y ser famoso”, un escritor tal vez diga: “Escribir decenas de Best Sellers”, un empleado: “Ascender en mi trabajo”. Creo que para los padres de familia ninguno de estos éxitos lo sería, si no lo es de las puertas para adentro del hogar.
¿Que éxito podría tener un hombre si logra ciertos objetivos pero deja a su propia familia para lo último, en las sobras de su tiempo?.
¿Tener mucho dinero, pero un matrimonio infeliz es verdadero éxito?. Alguien puede llegar a ser famoso, pero si no hizo feliz a sus hijos, si solo los trató como una especie de obligación, su fama es una farsa. Una mujer puede llegar a realizar grandes proezas, pero si ese supuesto éxito la lleva más lejos de las personas que la necesitan, entonces es un gran fracaso. Tener el amor, la comunión y el respeto de aquellos más cercanos a ti es el mayor de los éxitos, lo demás pasa a ser secundario.
Poner a Dios en primer lugar en tu corazón nunca significo dejar de lado a tu familia. La familia es la institución más sagrada para Dios y la  puso bajo nuestra responsabilidad para que la cuidemos. Él cuida de la iglesia, y a nosotros nos entrego el ocuparnos de nuestra familia, que es la base de las iglesias. La raíz del descuido en la familia no es ni más ni menos que egoísmo. No subas la escalera del éxito pisando sobre tu familia.
Sin duda Dios nos creo para cumplir los sueños personales y hacer grandes cosas, pero eso nunca quiere decir descuidar la responsabilidad que puso a nuestro cargo con la  familia.
Si quieres ser un buen creyente entonces sigue el consejo de 1 Timoteo 5:8 (DHH).  “Pues quien no se preocupa de los suyos, y sobre todo de los de su propia familia, ha negado la fe y es peor que los que no creen. Otras versiones dicen: “El que no provee para los de su casa, es peor que un incrédulo” y no se refiere a proveer solo dinero, sino además, proveer amor, tiempo, apoyo, comprensión, felicidad, atención y esmero en darles lo mejor en todo sentido.  Todos nos quieren imponer mandatos para que cumplamos sus deseos, pero no permitas que ninguna actividad haga resignar el valor que tiene tu familia porque daremos cuanta a Dios por ello. Si logras la felicidad en tu familia, será la base que te habilitará a tener verdaderos éxitos en cualquier otra cosa que hagas. Si en verdad amas a Dios sobre todas las cosas entonces amarás a tu prójimo como a ti mismo, y tus “prójimos mas prójimos” son tu familia.
Comienza a dedicar un tiempo exclusivo a ellos para tener todo tipo de experiencias juntos, esto será inolvidable para todos. ¿Significa esto que debo descuidar lo demás? No, significa que la familia es una prioridad y así como dedicas tiempo a todo lo demás, debes dedicárselo igual a ella.
Cuando llegues al final de tu vida, qué extrañarías más ¿haber pasado más tiempo en el trabajo o haberlo pasado con los tuyos?

Dios ama a tu familia y hara grandes cosas atraves de ella, "busca el reyno de Dios y su justicia, lo demas sera añadido" en el nombre de Jesus..

Bendiciones...




Fuente:  Por Esteban Correa