27 diciembre 2011

.:: VÉANME COMO ME VEO ::.

Piensa en que tan seguido condenamos a la gente cuando no cumplen con nuestros estándares. Piensa en que tan seguido nos sorprendemos cuando la gente no actúa hacia nosotros como santos, sino como pecadores. Cuán indignados nos convertimos cuando alguien nos ofende, ignora, o simplemente actúa de una mala manera.
¿Esperamos que bondad infinita fluya hacia nosotros proveniente de los demás? ¿Nos desilusionamos cuando eso no ocurre? ¿Asumimos que la gente debería de tratarnos de acuerdo a nuestras demandas “justas”? ¿No debería la gente saber nuestras buenas intenciones y actuar de acuerdo a ellas?
No es secreto. No nos juzgamos a nosotros mismos en base a lo que hemos hecho, si no en base a nuestras “buenas intenciones”. Simplemente, ignoramos nuestras acciones y nos juzgamos a nosotros mismos en base a nuestras propias intenciones. Otra gente no nos juzga de esta manera. Nos juzgan en base a nuestras acciones, o mejor dicho, en como perciben nuestras acciones. Y, por supuesto, así es exactamente como juzgamos a otros también.
Eso explica en gran manera el desorden en el cual estamos inmersos. Y que algunas veces es el deseo de ser vistos de la manera en la que deseas ser visto y respetado como tu quisieras ser respetado. Esto no es una invitación para ser una persona que se deja pisotear, sino a dejar la idolatría hacia nosotros mismos.
Considera a Jesús por un momento; el Dios-hombre que tenía todo derecho de demandar ser visto por quien realmente era, se rebajó mientras caminó por la tierra y sirvió a pecadores como tú y como yo. Fue aún más lejos y se humilló a sí mismo al punto de muerte en una cruz por las propias manos de su creador. Sorprendentemente, hay buenas noticias aquí; Jesús es el ejemplo perfecto y también el cumplimiento de la ley de nuestra conducta. Él nos da su propia justicia y el Espíritu Santo para llenar nuestros corazones para ser más como Él. ¡Nuestra justicia ni siquiera es nuestra! ¿Cómo podemos demandar a otros tratarnos de acuerdo a lo que no es nuestro?
La gente no siempre nos va a ver de la manera que queremos ser vistos, y siempre demandar eso de los demás es tomar el lugar de deidad. Cuando solamente queremos hacer nuestra voluntad no podemos amar a gente como Jesús – particularmente a la gente que nos lastima…

20 diciembre 2011

Enemigo de tu Matrimonio...

Podemos definir la intolerancia como la falta de habilidad o voluntad de una persona para tolerar algo.

¿Cómo afecta la intolerancia a mi matrimonio?

Cuando en el matrimonio existe la intolerancia quiere decir que las escenas de irrespeto son muy frecuentes. A esto le podemos sumar que un matrimonio intolerante le cuesta pedir perdón; además, las ofensas y la agresividad entre la pareja son algo habitual.

La intolerancia desanima y frustra no solo a la pareja, sino también a todos los miembros de la familia y las personas que le rodean. Vivir situaciones de intolerancia, daña los nervios, se pierde el interés en la relación y es causa segura de divorcio.

¿Cómo puede usted combatir la intolerancia en su matrimonio?

Lo mejor es tratar de combatir el mal de la intolerancia desde que aparezcan los primeros indicios, pero si ya usted lleva un tiempo lidiando con este enemigo, le recomendamos que:

- No de cabida en su matrimonio, ni al egoísmo ni al orgullo ni a la inmadurez.

- Aumente las dosis de amor.

- Enséñele a su pareja a ser humilde, de usted el ejemplo; pida perdón cuando se equivoque y elogie con amor y mansedumbre a su pareja cuando este o esta lo/la imite.

- Dialoga con tu pareja y sobre todo escúchala/lo con atención.

- Aprende a entender y a respetar su punto de vista.
Y por último, ama y cultiva tu matrimonio.

Pero Sobre todas las cosas permita que Jesucristo sea la fuente de Amor en su Matrimonio.
Proverbios 18:22
El que haya esposa (o)  halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.

Cantares 8:7

Las muchas  aguas  no podrán apagar el amor, Ni lo ahogaran los ríos.
Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este  amor. De cierto lo menospreciarían.
Proverbios 5:18

Sea bendito  tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud.

1Corintios 7:3-5-10
El marido cumpla con la mujer en el deber conyugal, y así mismo la mujer con el marido.

No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de nuestra incontinencia. 
Deuteronomio   5:10


Y que hago misericordias a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Dios T Bendiga Poderosamente. 



13 diciembre 2011

.:: ¿QUÉ RESPUESTAS DAS A LAS PREGUNTAS DE TUS HIJOS? ::.

Aquí el padre cristiano tiene una gran oportunidad. 

Yo sé que a veces es extremadamente difícil;
pero al responder a sus preguntas, se le ofrece una ocasión especial.
Me gusta la forma en que el asunto es introducido en Deuteronomio 6:20: "Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? Entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa".
En otras palabras, vendrá el día cuando los hijos hagan preguntas como estas: "¿Por qué hacen ustedes esto o aquello? El padre y la madre de mi amiguito hacen esto, ¿Por qué no lo hacen ustedes?". Allí ha recibido una oportunidad de criar a su hijo 'en la disciplina y amonestación del Señor'. Pero para aprovechar la oportunidad debemos saber la respuesta correcta y estar capacitados para darla. No puede 'dar razón de la esperanza que hay en usted', no puede criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor a menos que conozca su Biblia y su enseñanza.

"¿Por qué no hacen ustedes esto, por qué no hacen aquello? Los padres de mis amigos pasan las noches en casas públicas; pero tú no lo haces. Ellos pasan las noches en clubes, pasan las noches bailando; pero tú no; ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia?
 
Cuando sea interrogado de esa manera, no aleje su niño ni diga: "Bien, como ves, nosotros somos completamente diferentes, y así es como nosotros preferimos hacerlo". No; en cambio querrá decir a su hijo: "Para comenzar, diremos que en el interior todos somos iguales; y no nos comportamos de esta forma diferente por ser naturalmente mejores que otros. No es esa la explicación. No es que yo tenga un temperamento y los otros padres tengan uno diferente. Todos nosotros somos 'nacidos en pecado', por naturaleza todos somos esclavos de diferentes cosas. Dentro de todos nosotros hay algo que está mal; hay un principio del mal en todos nosotros y ninguno conoce verdaderamente a Dios. 

Ahora bien, la diferencia es ésta, que Dios me ha hecho ver cuan equivocadas son ciertas cosas. Pero yo todavía sería como los padres de tus amigos si no fuera que crea y sepa que Dios ha enviado a su único Hijo, al Señor Jesús, de quien ya has oído, a este mundo para rescatarnos, y librarnos". 

De esa manera introduce el evangelio; pero uno mismo debe decidir cuánto va a introducir. Ello depende de la edad del niño. Pero conteste sus preguntas, hágale saber, hágale saber exactamente cuando él hace sus preguntas por qué vive como vive. No se lo debe imponer, no debe predicarle; pero si él hace sus preguntas, entonces dígaselo, explíqueselo con toda sencillez. A medida que va creciendo, profundice sus enseñanzas; pero esté siempre dispuesto a contestar sus preguntas. 

Conozca sus propios argumentos, entienda su evangelio, edifíquese a sí mismo, para que pueda enseñarlo a otros y transmitirlo.
De esa manera será capaz de criar a sus hijos en la 'disciplina y amonestación del Señor'.

 Que sus hijos escuchen regularmente la palabra de Dios. 

Si hacen preguntas al respecto, contéstelas.

En la medida de su capacidad instrúyalos en la Palabra de 

Dios. Sea sabio, sea juicioso. 

No haga de ello algo insípido, algo odioso o aburrido. Conviértalo en algo que ellos esperen, algo que ellos quieran y en lo cual se deleiten…

07 diciembre 2011

La Obra de Dios en un Corazon Limpio




LA OBRA DE DIOS EN UN CORAZON LIMPIOº             
Es hermoso saber que el señor ama nuestro corazón, ama nuestra vida y quier estar en ella y hacernos parte de su gloria. Que hemos sido creadas con un propósito el propósito que el ideo para nosotras, no el de nuestra mente, es hermoso vivir en este tiempo en ecual cual el señor se revela a nosotros atraves de su palabra y su espíritu santo hermoso y nos da su amor si instrucción, Dios quiere obrar no nada mas en nuestra vida si no en la de nuestra familia también.
Las Escrituras nos dicen que tenemos que conocer los trucos y las tácticas engañosas del diablo Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones. (2 Corintios 2:11)
Así que, ¿cuáles son los métodos que el enemigo usa para debilitar nuestra fe a través del miedo? El método de la "acusación" y el de la "condenación", tisteza, amargura, resentimiento, rencor, arma mil artimañas y se aprovecha de nuestro desconocimiento o de debilidad.
Satanás primero acusa, formula cargos a una Mujer por alguna falta, fracaso o debilidad en nuestra vida. La acusación puede ser verdadera o falsa. En cualquiera de los casos, si la aceptamos, nos sentiremos culpables e inadecuados. Hemos sido llevados bajo el temor del juicio o de la condenación.
Necesitamos tener la convicción y la capacidad para discernir o conocer la diferencia entre: la convicción del Espíritu Santo y la condenación del diablo.
El Espíritu Santo "nos convencerá" de pecado por medio de señalárnoslo claramente. Una vez que veamos nuestra culpa, nos arrepentiremos (nos apartaremos del pecado). El arrepentimiento verdadero, hace que nos sintamos adoloridos por haber pecado contra la ley y el amor de nuestro Padre Celestial.
El Espíritu nos llevará, entonces, a confesar nuestro pecado y a recibir el perdón de Dios. De esta manera somos restaurados al gozo de nuestra salvación.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. (1 Juan 1:9).-
No solo nos limpiara de toda maldad si no también de todo mal pensamiento, palabra y acciones contrarias a la voluntad de nuestro Padre. Pero esto requiere de un arrepentimiento y una confesión delante de El.
A ti, á ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.
(Salmos 51:4, 7, 9, 10, 12,)
Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones. (Santiago 4:8)
Satanás, sin embargo, "nos acusará y condenará", tanto por nuestros pecados como por nuestra debilidad. A veces ni siquiera somos culpables de las cosas de las que nos acusa. De cualquier manera su propósito es llevarnos hacia sentimientos de hundimiento y desesperación. Desea que pensemos que Dios nos ha cortado de Su lado y que tenemos poca esperanza para el futuro. Si no nos puede llevar tan lejos, buscará mantenernos bajo una incómoda desaprobación divina. Su deseo, es hacerlo para debilitar nuestra fe, de manera que no nos sintamos lo suficientemente fuertes espiritualmente como para enfrentarnos con él en la lucha.
Esto es lo que el Apóstol Juan nos enseña: "Si nuestros corazones no nos condenan, entonces tenemos fe para con Dios" (1 Juan 3:21).
Si nuestro corazón se siente pesado por la condenación, nuestra fe será débil o nos sentiremos sin fe. Sin fe, no lucharemos. Esto es lo que el diablo desea: un cristiano que no luche ni resista.
Jesucristo quiere enseñarnos a luchar y a resistir al diablo, y ser testigos de El y de su Espíritu Santo el cual nos a dado para obedecerle. Para poder resistir al diablo primero necesitamos someternos a Dios. Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. (Santiago 4:7) al luchar contra el , y rechazar sus obras de nuestrea vidsa y marcarle nuestra posición como hijas de Dios.
Debemos entender k muchas de las cosas k nos apresionan a las obras de satanas en nuestra vida es por l adesbediencia de nuestro corazón, Jesucristo no sha marcado un camino a seguir pero nuestras ideas o caprichos se van por otro muy alekado a la voluntad de Dios. Es necesaria la Obediciendia para que Dios obre en nuestro corazón y por lo tanto en todas las obras de nuestra vida.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres. (Hechos 5:29)
Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios á los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, regañaban, y consultaban matarlos. Entonces levantándose en el concilio un Fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerable á todo el pueblo, mandó que sacasen fuera un poco á los apóstoles. Y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos: el cual fué matado; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos á nada. Después de éste, se levantó Judas el Galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquél; y todos los que consintieron con él, fueron derramados. Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo ó esta obra es de los hombres, se desvanecerá: Mas si es de Dios, no la podréis deshacer; no seáis tal vez hallados resistiendo á Dios. Y convinieron con él: y llamando á los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y soltároslos. Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar á Jesucristo.
(Hechos 5:32-42)
El corazón contaminado de aquellos Israelitas los hacia estar en contra de Dios. Y solo un corazón contaminado se opone a la obra de Dios. Esto quiere decir que lo que es de Dios permanece, y lo que no es de Dios se desvanece.
Todo cristiano debe hacerse extremadamente sumiso al Espíritu de Dios. La principal preparación para el pulpito es la oración y la pureza del corazón. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
(Salmos 51:10)
La pureza de corazón consiste en no tener en él nada que sea contrario, ni tan siquiera un poco, a Dios y a las operaciones de su gracia. Todo cuanto hay de creado en el mundo, todo el orden de la naturaleza ytambién el de la gracia, todo el orden de la Providencia, todo ello tiende a quitar de nuestras almas lo que es opuesto a Dios. Porque jamás llegaremos a Dios mientras no haya­mos corregido, cercenado y destruido, en esta vida, lo que sea contrario a Dios.
La pureza del corazón es el gran camino de la perfección. Debemos poner todo nuestro interés en purificar nuestro corazón, porque ahí está la raíz de todos nuestros males. ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado? (Proverbios 20:9)
Para imaginar lo necesaria que nos es la pureza de corazón, es preciso comprender la corrupción natural del corazón humano. Hay en nosotros una malicia infinita que no vemos, porque no entramos nunca seriamente a examinarnos a nosotros mismos. Si lo hiciéramos, encontraríamos un número incontable de deseos y de apetitos desarreglados de honor, de placer, de comodidades. Estamos tan llenos de ideas falsas y de juicios erróneos, de afectos desordenados, de pasiones y de malicia, que sentiríamos vergüenza de nosotros mismos si nos viésemos tal como somos. Imaginémonos un pozo cenagoso del cual le saca agua incesante­mente: al principio todo lo que se saca casi no es sino barro; pero a fuerza de sacar, se purifica el pozo y el agua irá saliendo cada vez más limpia; de manera que al final saldrá ya completamente pura y cristalina. No de otra manera: trabajando sin cesar en purificar nuestra alma, el fondo se va descubriendo poco a poco y Dios manifiesta su presencia en ella por los poderosos y maravillosos efectos que opera en el alma. Cuando el corazón está bien purificado, Dios llena de su santa presencia y de su amor el alma y todas sus potencias, la memoria, el entendimiento y la voluntad. De ese modo la pureza de corazón lleva a la unión divina. Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán á Dios. (Mateo 5:8)
Todas las cosas son limpias á los limpios; más á los contaminados é infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia están contaminadas. (Tito 1:15)
Dios está dispuesto a concedernos toda clase de gracias con tal de que no le pongamos obstáculos.
Únicamente purificando nuestro corazón, es como destruiremos todo lo que impide la acción de Dios. De forma que, quitados los impedimentos, casi no podemos ni imaginar los admirables efectos que Dios obra en el alma.
A ninguna de las prácticas de la vida espiritual se opone tanto el demonio como al trabajo para conseguir la pureza de corazón. Nos deja hacer algunos actos exteriores de virtud, como ir a los hospitales y a las prisiones, porque a veces con esto nos quedamos satisfechos, y no sirve más que para engreídos, y para acallar el remordimiento interior de la conciencia; pero no puede soportar que fijemos los ojos en nuestro corazón, que exa­minemos sus desórdenes y que nos apliquemos a corregirlo. Sin un corazón purificado toda nues­tra potencia está infinitamente desordenada; mas no nos gusta conocer su desorden, porque este conocimiento nos humilla.
El orden que hay que seguir para purificar el corazón, es, primeramente, darnos cuenta de los pecados y corregirlos. Segundo, observar los movimientos desordenados de nuestro corazón y ordenarlos. Tercero, vigilar los pensamientos y regularlos. Cuarto, conocer las inspiraciones de Dios, sus designios, su voluntad y animarse para cumplirlos. Todo esto debe hacerse con la ayuda del Espíritu Santo en oración, uniendo a ello el amor a Nuestro Señor.

29 noviembre 2011

No Mas al Maltrato en tu Vida

Proverbios 23:7 dice: “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” 

El maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico, destruir la autoestima y reducir la confianza

Su padecimiento lleva a la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia de la persona que los inflige. El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones, amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, indiferencias y desprecios. 

En la esfera de lo privado, aunque los también lo sufren, las son las víctimas mayoritarias. Se produce asimismo en la relación de los con los hijos, en la que se ha detectado un incremento del maltrato de los hijos sobre sus progenitores, consecuencia de una educación cada vez más permisiva y del uso de la violencia en los conflictos del mundo de los adultos. 

La Mujer, principal víctima

Los malos tratos psicológicos son un fenómeno viejo. Lo que resulta novedoso es su denuncia como problema social. Los sufren mujeres de todas las edades, grupos sociales y económicos, culturas y países. Su gran incidencia, la gravedad de las secuelas, el alto coste social y económico, y en especial la degradación que produce la violación del derecho de las personas a ser tratadas como tales y al respeto que merece toda existencia humana los convierten en una cuestión de gran relevancia pública. 

No son tan visibles ni manifiestos como los físicos. De hecho, en muchas ocasiones la propia víctima no es consciente de ellos hasta que sufre una agresión corporal, pero sus consecuencias pueden ser más graves y duraderas en el tiempo. 

En ocasiones, la propìa víctima no es consciente de estos maltratos hasta que es agredida físicamente.

Las agresiones continuadas, tanto verbales como no verbales (el silencio, la indeferencia, los gestos...), crean una relación siniestra de dependencia entre el maltratador y la víctima. Ambos terminan necesitándose. La víctima porque sola siente que no es nadie y el miedo y la angustia la paralizan, y el maltratador porque se siente que es alguien a través de la dominación que ejerce. La situación de dependencia es tal que la víctima termina protegiendo y disculpando al maltratador. Recorre hasta ahí un proceso destructivo en el que va perdiendo la confianza en sí misma y la capacidad de respuesta, se va anulando y va interiorizando que de allí no se sale y abandona toda esperanza. 


En la raíz de la violencia contra las mujeres se evidencia la asimetría de poder que ha propiciado el sistema patriarcal y machista imperante, y que ha llevado a un abuso con la persona más desfavorecida en este esquema, la mujer. Por ello, los expertos inciden en no presentar el problema como si fuera "de las mujeres", ya que si bien son ellas quienes los sufren, se trata de una dificultad de la que los varones han de ser conscientes y deben trabajar por superarla. 

Existe una clasificación que identifica conductas para intentar conseguir la dominación:

Intimidación. 

  • Toma repentina del mando: tomar decisiones sin consultar, monopolizar.
  • La apelación al argumento de la lógica y la "razón" para imponer ideas o elecciones.
  • La insistencia abusiva, a fin de obtener por agotamiento lo que desea a cambio de un poco de "paz".
  • El control del dinero.
  • El uso expansivo del espacio físico.
  • La maternalización de la mujer, es decir, la creación de condiciones para que ésta dé prioridad al cuidado de las otras personas.
  • La manipulación emocional, que genera en la mujer dudas sobre sí misma y propicia sentimientos negativos y de dependencia.
  • Las descalificaciones que conllevan la indefensión.
  • La desautorización y desvalorización que generan sentimientos de inferioridad.
  • El paternalismo desde el que se trata a la mujer como si fuera una niña.
  • La falta de intimidad.
  • Eldistanciamiento. Las mentiras, el incumplimiento de promesas...
  • La autoindulgencia con la que elude el maltratador su propia responsabilidad.
  • El intento de generar lástima a través de comportamientos autolesivos o amenazas de suicidio.
  • Retrato de una mujer objeto de maltratos psicológicos
  • Síntomas y manifestaciones
  • Dolores de espalda y articulaciones.
  • Irritabilidad.
  • Cefaleas.
  • Insomnio.
  • Fatiga permanente.
  • Tristeza, ánimo deprimido y ganas de llorar sin motivo aparente.
  • Ansiedad y angustia.
  • Inapetencia sexual.
  • Actitud
  • Sensación de vergüenza.
  • Sentimiento de culpa.
  • Temor generalizado.
  • Mantenimiento de una mirada huidiza.
  • Dejadez social y escasez comunicativa: explicaciones vagas y confusas.
  • Señales de alerta de conductas que evidencian o derivan hacia el maltrato psicológico
  • Ignora los sentimientos de la pareja.
  • Ridiculiza o insulta a las mujeres como grupo.
  • Ridiculiza o insulta la mayoría de los valores, creencias, religión, raza, herencia o clase de la pareja.
  • Utiliza su visto bueno, aprecio o afecto como castigo.
  • Continuamente le critica, le insulta o le grita.
  • Le humilla en privado y/o en público.
  • Rechaza mantener relaciones sociales en su compañía.
  • Controla el dinero y todas las decisiones.
  • Rechaza compartir el dinero o que usted trabaje.
  • No permite su acceso al dinero o a las llaves del coche u otros bienes.
  • Con frecuencia le amenaza con abandonarla o dice que se va.
  • Le amenaza con hacerle daño a usted o a su familia.
  • Castiga o maltrata a los niños cuando está enfadado con usted.
  • Amenaza con secuestrar o llevarse a los niños si usted lo abandona.
  • Abusa, tortura, mata a los animales domésticos para hacerle daño.
  • Le acosa con asuntos que él imagina que usted está haciendo.
  • Le manipula con mentiras y contradicciones.
  • Destruye los muebles, hace destrozos en las paredes o rompe útiles domésticos durante las discusiones con usted. 
El Abuso Verbal:
1. El abuso verbal es dañino y suele atacar la naturaleza y las capacidades de la pareja. Con el tiempo, la pareja puede comenzar a creer que hay algo de malo con ella o con sus capacidades. Puede llegar a sentir que ella es el problema, y no su pareja.
.2. El abuso verbal puede ser abierto (mediante insultos y arranques de ira) o encubierto (a través de comentarios sutiles, con un efecto similar a un lavado de cerebro). El abuso verbal abierto suele incluir reproches y acusaciones, y confunde a la pareja. El abuso verbal encubierto, que es la agresión oculta, confunde aún más a la pareja. Su objetivo es controlarla sin que se dé cuenta.
.3. El abuso verbal es manipulador y controlador. Alguien puede hacer comentarios despectivos de una forma sumamente sincera e interesada. Pero el objetivo es controlar y manipular.
.4. El abuso verbal es insidioso. La autoestima de la pareja va disminuyendo gradualmente, sin que se dé cuenta. Ella podría tratar de cambiar su comportamiento conscientemente o inconscientemente para no perturbar al abusador.
.5. El abuso verbal es imprevisible. De hecho, la imprevisibilidad es una de las características más significativas del abuso verbal. La pareja queda atontada, atónita y desestabilizada por el sarcasmo, la frase hiriente, el desprecio o el comentario injurioso de su pareja.
.6. El abuso verbal no es un tema secundario. Es el tema principal en la relación. Cuando una pareja está teniendo una discusión sobre un tema real, el tema puede ser resuelto. En una relación verbalmente abusiva, no hay ningún conflicto específico. El tema es el abuso, y este tema no se resuelve. No tiene un cierre.
.7. El abuso verbal expresa un doble mensaje. Hay una incongruencia entre la forma en que habla el abusador y sus verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y honesto mientras está diciendo a su pareja lo que ella tiene de malo.
.8. El abuso verbal suele escalar, aumentando en intensidad, frecuencia y variedad. El abuso verbal puede comenzar con frases despectivas disfrazadas como chistes. Luego pueden aparecer otras formas. A veces, el abuso verbal puede escalar hacia el abuso físico, comenzando con empellones “accidentales,” empujones y choques.


   CON TODO EL DESEO EN MI CORAZON DESEO QUE EL SEÑOR NO PERMITA ESTO EN TU VIDA, ALGO TAN COMUN Y TRISTEMENTE SE PERMITE EN LA VIDA FAMILIAR Y EN NUESTRO CORAZON TRAYENDO NO  NADA MAS UN TRATO INDIGNO O DESVALORIZADO, SI NO QUE TE ATA A SER LA VICTIMA DEL PECADO DE OTRO Y SER VICTIMA DE SATANAS, PONLE UN ALTO A SATANAS Y DILE DE QUIEN ERES HIJA, DE UN DIOS PODEROSO QUE TE AMA Y ACEPTA COMO ERES, QUE DIO A SU UNICO HIJO POR TI EN LA CRUZ PARA DARNOS LIBERTAD.

MUJER QUE ME LEES CLAMA A DIOS ES EL UNICO HACEDOR DE LOS CAMBIOS VERDADEROS Y GENUINOS EN LAS PERSONAS Y EN NUESTRA PERSONA, JAMAS TUS MANOS CAMBIARAN UNA SITUACION. 

NO PERMITAS QUE TU CORAZON SIGA GUARDANDO EL DOLOR, RESENTIMIENTO, RENCOR, IRA, CULPA E INFERIORIDAD POR QUE QUIEN PONER ESO EN NUESTRA VIDA ES SATANAS NO LA PRESENCIA DE SEÑOR.

EL SEÑOR QUIERE HACERTE LIBRE HOY, CLAMA A EL Y DILE TU SITUACION EL TE ESCUCHA Y VE TU CORAZON Y TU VIDA SOLO ESPERA QUE TU CLAMES A EL

SE FUERTE Y VALIENTE POR K ENFRENTAR AL GIGANTE DE LA VIOLENCIA EN CUALQUIERA DE SUS MODALIDADES ES DOLOROSO PERO TODO LO PUEDES ES CRISTO QUE TE FORTALECE.

Enfrenta una Realidad.

ESTO NOS DICE LA PALABRA DE DIOS: Maridos Amad a vuestras mujeres y no seáis desapacibles
con ellas....

Efesios 5:25-26; 28

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó su iglesia,
y se entregó así mismo por ella..Para santificarla, limpiándola en el lavacro del agua por la palabra,"

28....Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos...el que ama a su mujer. así mismo se ama....

El Amor no es Maltrato. Porque el que ama no lo dice, sino que lo demuestra, cultiva, cuida y preserva. Defiende, protege, valora y estima.

Declaro en el Nombre de Jesus que se Rompe toda cadena Toda atadura a traves de esta declaracion sobre tu vida de Violencia, Maltrato y Dolor, que la bendicion de Dios fluye a traves de esta palabra y el Cambia toda situacion dolorosa en tu vida, matrimonio, hogar, pareja, finanzas, y te proteje, en el Nombre de Jesus, Amen!
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18).

Proverbios 29:22 dice: “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.” 
2 Corintios 3:17 dice: “El Señor es el Espíritu; donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”

Dios te bendiga Poderosamente y trate en cada vida que lea esta palabra.  

24 noviembre 2011

En Permanente Expanciòn

 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Efesios 1:3

Dios nos ha bendecido en lugares celestiales. Lugares celestiales significa territorios, regiones y dominio.

Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra”. Génesis 1:22

El Edén no era el lugar donde se suponía que terminara el hombre; era donde se suponía que comenzara la humanidad. En Edén Dios le dio a Adán la orden de expandirse. El principio del Reino desde Génesis hasta Apocalipsis tiene que ver con el principio de la multiplicación y la expansión. A través de toda la Escritura, Dios nos llama a expandirnos, multiplicarnos, avanzar y ser fructíferos.

7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Isaías 9:7


El reino de Dios en permanente expansión nunca fue diseñado para confinarse al mismo lugar. Es el principio que Dios nos dio. Fuimos llamados a multiplicar nuestro Edén. La expansión viene cuando vamos más allá de nosotros mismos. Dios nos bendice para bendecir a otros. Dios no te dará expansión si sólo estás pensando en ti mismo.

¿Todos tienen un Edén? Puede ser tu iglesia, tu ministerio, tu negocio, tu casa o tu familia, pero nunca fue diseñado para estancarte. Fue diseñado para expandirse por el reino en permanente aumento. La expansión es difícil porque es dolorosa. Demanda más trabajo, sacrificio, sudor y compromiso que nunca antes, pero eso no debería ser una excusa. Ahora que tienes tu Edén, Dios te empuja a la expansión. Disponte a pagar el precio.

LA UNCIÓN DE LOS ROMPEDORES

Un rompimiento es un desborde repentino de Dios que te empuja más allá de aquello que te detiene. No es algo planeado; es algo repentino y violento. ¡Toma esta palabra para este año! Es donde Dios desató el espíritu de fuerza.
El poder de Dios en el área de la guerra espiritual se llama fuerza. Otro nombre para poder es “la unción del rompedor”.
Por último, mis hermanos, sean fuertes.
El espíritu de Sansón vino sobre él y mató 3.000 hombres de una vez, derribando las columnas que sostenían el edificio. David partía un oso y un león por la mitad por el espíritu de fuerza. Para el espíritu de fuerza usted necesita:
  1. Indignación santa.
  2. Violencia espiritual.


“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Mateo 11:12

Háblale a esa montaña que te ha estado deteniendo. Si son tus finanzas, alguien en el gobierno; lo que sea, ¡cree por rompimiento! Pelea contra la montaña. Con el espíritu de fuerza, deja que esa indignación santa se levante en ti contra esa montaña.

Dios te Bendiga Enormemente 

22 noviembre 2011

Ana, madre de Samuel..


«Jehová empobrece, y Él enriquece; abate y ensalza» (1a Samuel 2:7).


Ana llegó a ser madre por fe. Se nos presenta en el relato como una mujer estéril. Luego pasó a ser madre y con ello se completa su papel. Después de esto su nombre no es mencionado otra vez. Por tanto, la revelación de Dios ya no se expresa en Ana, la madre, sino en Samuel, el hijo que ella pidió al Señor.
En algunos aspectos, pues, Ana nos recuerda a Sara, pero en otros, es totalmente distinta. El amor de Sara, es verdad, estaba en conflicto con el de otra mujer, antes de que fuera madre. Pero antes de que le naciera este hijo no podemos hallar el menor rasgo de fe en Sara. La hallamos riendo en su incredulidad, y es la firme fe de Abraham la que la induce a creer.
No se puede decir que el marido de Ana ejercía una influencia similar a la de Abraham en su esposa. No cabe duda que era un buen hombre. Iba a Silo a adorar en el santuario cada año, y amaba a Ana mucho más que a Penina, su otra esposa. Para Elcana el problema de Ana era su esterilidad. Y lo enfocaba desde un punto estrictamente psicológico: «Ana, ¿por qué lloras?... ¿No te soy yo mejor que diez hijos?» No vemos en parte alguna que tuviera una fe firme. Se resignaba fácilmente a la condición de Ana. No participaba en la lucha de la oración con Dios, como hacía Abraham. No ponemos en duda que oraría de vez en cuando: «Señor, dale a Ana mi querida esposa un hijo.» Pero estas oraciones generales no implican un conflicto profundo para el alma, y muchas veces quedan sin contestar.
Por otra parte, Ana tenía una concepción clara de que Dios podía concederle un hijo. Nuestra generación tiende a confiar en la ciencia en circunstancias similares, olvidando que es Dios quien rige los destinos de los hombres. Para Ana todo se reducía a un problema de fe. El hijo tenía que serle dado por Dios. Y en realidad, Dios había hecho grandes planes para ella. Este era un momento decisivo en la historia de su pueblo y Dios había dispuesto que Samuel, el futuro profeta, naciera de Ana. En su espera prolongada vemos que Dios está preparando a Ana para su decisiva contribución a la vida de Samuel.
En su tribulación Ana se rinde por completo a la confianza de Dios. Su fe firme es que Dios puede convertirla en madre. Podemos llamarle intuición, podemos llamarlo inspiración divina, pero había algo que instigaba a Ana, que la hacía persistir. No se contentaba sin el hijo. Se desentendía de todo lo que la rodeaba, incluso de la irritación, que le causaba Penina, que tenía varios hijos, no daba mucho valor a la consolación que le prodigaba su esposo; su mirada estaba fija sólo en Dios.
Había llegado otra vez el tiempo en que Elcana y su esposa iban a Silo para las festividades. Y entrando en el santuario «con amargura del alma oró a Jehová y lloró abundantemente». Oró con todo el fervor de su alma. Luchaba con Dios y no estaba dispuesta a ceder hasta recibir respuesta a su oración. No sabemos todos los motivos en la mente de Ana. Es posible que no fueran todos ellos puros. La imagen de Penina y el deseo de triunfar sobre ella y librarse de sus burlas es posible que la empujara. Al leer su cántico vemos que menciona la satisfacción de haberse resarcido de las anteriores mofas que ella le hacía. Pero esto era secundario. Su deseo era un hijo para dedicarlo al Señor, según vemos en el voto solemne que hace. Y Ana tiene fe en el hecho que Dios puede concedérselo. Veía la respuesta no como meramente posible, sino cierta. Su fe la inducía a aferrarse al Dios vivo.
La petición fue contestada. El Señor le dio a Samuel. Como es natural, no toda madre está dispuesta a entregar a su hijo a Dios en el momento de nacer. A través de Ana, sin embargo, este pensamiento pasa de Dios a cada madre cristiana. Como Ana tienen que reconocer que Dios es el que da los hijos. Cuando se hace este reconocimiento las madres están más dispuestas a dedicar a sus hijos al Señor que los ha creado.

Confiemos en el Señor Jesus, que asi como a Ana el Cumple los deseos de tu corazon y siempre esta con nosotros. Dios te Bendiga.

19 noviembre 2011

Envoltorio Sexy con Talla Infantil

 
El coqueteo con los chicos, las trifulcas por la ropa, la necesidad de hacerse un tatuaje, un piercing o teñirse el pelo. Estos temas, propios de adolescentes, preocupan actualmente a progenitores de niñas de apenas 8 años.

¿Te has preguntado alguna vez por qué ocurre esto y, lo fundamental, si tiene algo de malo para los pequeños? La Asociación Americana de Psicología sí se lo ha planteado, haciéndose eco de la alarma que sienten la mayoría de especialistas en psicología y psiquiatría infantil.

Sexualización precoz de la infancia
Este concepto alude a la tendencia por adelantar la adolescencia a edades cada vez más tempranas. Esto no sólo conlleva riesgos físicos, psicológicos y sociales para la niña, sino que también contribuye a perpetuar el machismo y los comportamientos dominantes del varón sobre la mujer.

La alteración de la percepción del propio cuerpo y los complejos son quizá los problemas más tangibles Los expertos llevan años denunciando que desde los medios de comunicación se está proponiendo un canon de belleza irreal caracterizado por una delgadez extrema y unas medidas imposibles.
Es normal que las niñas pequeñas estén rellenitas y tengan rollitos, pues están acumulando grasa para hacer frente al desarrollo de su cuerpo más adelante. Sin embargo, el modelo que se les propone es una mujer escuálida, con enormes pechos y unas curvas que no se alcanzan hasta la edad adulta.

Consecuencia: la edad media de inicio de los trastornos alimentarios ha bajado hasta situarse en torno a los nueve años. “Nos enfrentamos a un auténtico cajón de sastre con muchas niñas con trastornos intermedios. No encajan en ningún problema concreto, pero tienen rasgos de varios de ellos”, resume Carmen González, coordinadora de la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner).

Alarma
En este sentido, los especialistas ya han reclamado que los atracones (comer compulsiva y vorazmente para luego, y aunque no siempre, ayunar o purgarse) sean incluidos en el listado de trastornos de la conducta alimentaria porque pueden ser incluso más peligrosos que los clásicos.

Tangas para niñas de seis años
Otra investigación reseñada por los psicólogos estadounidenses evaluó las principales preocupaciones de las niñas en el último siglo hasta hoy. Si en las primeras décadas estaban motivadas por sacar adelante sus estudios y portarse bien, en los últimos 20 años las inquietudes giran en torno a su aspecto físico, que se convierte en el eje de su autoestima y superación personal. No alcanzar estos objetivos provoca insatisfacción, ansiedad y depresión o actitudes negativas a unas edades cada vez más tempranas.

Además, favorece que se descuiden otras habilidades y áreas de desarrollo intelectual y personal. “...Mantienen a las mujeres como objetos de atractivo sexual y de decoración; lo que condiciona la libertad de su pensamiento y evolución en el mundo” , escriben los autores del documento.

Esta confusión entre la niñez y la edad adulta ha generado contradicciones tales como que existan tangas para niñas de seis años mientras que las mujeres adultas se adornan con iconos infantiles con el objetivo de aniñar su aspecto. Jugamos a ser lo que no somos.

¿Dónde observar?
Televisión. Fíjate en los diálogos de las presentadoras infantiles y en la cantidad de veces que se aluden al coqueteo, al romance o a las relaciones de pareja.

Ropa. ¿Tangas para niñas? ¿Te has fijado en las inscripciones de camisetas y tops de tallas diminutas? Muchas incluyen alusiones de claro tinte sexual. Tanto es así que la campaña de Armani Junior ha recibido un aluvión de críticas y ha tenido que ser retirada del mercado.

Complementos. Maquillar o peinar “a la muñeca” ya fue. Ahora el mercado está saturado de fragancias, cosméticos y complementos para ellas. ¿Realmente necesitan brillo de labios, rubor o un bolso de marca a esta edad?

Revistas. Aunque sean para adolescentes de 12 años, casi todas enfatizan el aspecto sexual de la mujer y su rol de objeto atractivo para el varón. El encanto y la valía personal se basan en el éxito que se tenga con el sexo opuesto.

Canciones y coreografías. La mayoría de las estrofas que más pegan entre los pequeños tienen alusiones sexuales explícitas.
Las pequeñas han adoptado bailes sensuales como los de Shakira o Beyoncé. Mueven sus caderas y tocan su cuerpo como ellas, pero sólo son niñas.

Dibujos animados. Las heroínas infantiles tienen cuerpos de mujer. Bustos grandes y ropa en la que apenas dejan piel a cubierto.

Juguetes. La Sociedad de Psicología Americana habla de las Bratz como paradigma de juguete sexualizador infantil. Estas muñecas se maquillan, y llevan tatuajes y piercings, algunos con una clara connotación sexual.
El influjo erotizador proviene de muchos frentes. Los niños son niños y deben ser respetadas sus etapas.

Breve guía para el anti-erotismo en la infancia

Interésate. Los padres deben procurar estar al tanto de las revistas que leen sus hijos, de los programas que ven, de la música que oyen y de las webs que visitan.

Escucha. Si lo que ven, leen o admiran no te parece correcto, trata el tema con ellos y escucha lo que éstos tienen que decir.

Aprovecha lo cotidiano. Intenta ver la tele con ellos y ejercer la crítica de las actitudes que no se consideran adecuadas, así como los motivos. Hay que ser explícito al explicar por qué ciertos programas, prendas de vestir o complementos no son adecuados.

Comprende. Hay que ayudar a las pequeñas a escoger acertadamente dentro de las tendencias y recordarles que ellas serán lo que quieran ser y que eso es más importante que el aspecto externo que exhiban.

Anima. A realizar actividades que hagan énfasis en el talento y en otras habilidades diferentes a la mera estética, como el deporte o las artes plásticas.

Educa. Hablar de sexo es muy importante. Desde los tres años ya se puede empezar a comentar temas sexuales con los niños para lograr que esta faceta de la vida contribuya a su felicidad y no a sus traumas.

Sé realista. Es necesario que las niñas sepan que las muñecas, los dibujos animados, los personajes de los videojuegos y lo que ven en la mayoría de los anuncios publicitarios no es real. Si las medidas o el aspecto de estos iconos se trasladasen a una persona no podrían sobrevivir (por ejemplo, una mujer como Barbie se partiría en dos).

Da ejemplo. Repasa los productos que compras, los valores que transmites o de los programas que ves en presencia de sus hijos. Ellos imitan tu conducta.
Y recuerden que la Biblia nos exorta:

"Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. ..." (Proverbios 22:6

18 noviembre 2011

LA OBRA DE DIOS EN UN CORAZON LIMPIO





Las Escrituras nos dicen que tenemos que conocer los trucos y las tácticas engañosas del diablo Porque no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones. (2 Corintios 2:11)
Así que, ¿cuáles son los métodos que el enemigo usa para debilitar nuestra fe a través del miedo? El método de la "acusación" y el de la "condenación".
Satanás primero acusa, formula cargos a cualquier cristiano por alguna falta, fracaso o debilidad en nuestra vida. La acusación puede ser verdadera o falsa. En cualquiera de los casos, si la aceptamos, nos sentiremos culpables e inadecuados. Hemos sido llevados bajo el temor del juicio o de la condenación.
Necesitamos tener la convicción y la capacidad para discernir o conocer la diferencia entre: la convicción del Espíritu Santo y la condenación del diablo.

El Espíritu Santo "nos convencerá" de pecado por medio de señalárnoslo claramente. Una vez que veamos nuestra culpa, nos arrepentiremos (nos apartaremos del pecado). El arrepentimiento verdadero, hace que nos sintamos adoloridos por haber pecado contra la ley y el amor de nuestro Padre Celestial.
El Espíritu nos llevará, entonces, a confesar nuestro pecado y a recibir el perdón de Dios. De esta manera somos restaurados al gozo de nuestra salvación.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad. (1 Juan 1:9)
No solo nos limpiara de toda maldad si no también de todo mal pensamiento, palabra y acciones contrarias a la voluntad de nuestro Padre. Pero esto requiere de un arrepentimiento y una confesión delante de El.
A ti, á ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve. Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.
(Salmos 51:4, 7, 9, 10, 12,)
Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones. (Santiago 4:8)
Satanás, sin embargo, "nos acusará y condenará", tanto por nuestros pecados como por nuestra debilidad. A veces ni siquiera somos culpables de las cosas de las que nos acusa. De cualquier manera su propósito es llevarnos hacia sentimientos de hundimiento y desesperación. Desea que pensemos que Dios nos ha cortado de Su lado y que tenemos poca esperanza para el futuro. Si no nos puede llevar tan lejos, buscará mantenernos bajo una incómoda desaprobación divina. Su deseo, es hacerlo para debilitar nuestra fe, de manera que no nos sintamos lo suficientemente fuertes espiritualmente como para enfrentarnos con él en la lucha.
Esto es lo que el Apóstol Juan nos enseña: "Si nuestros corazones no nos condenan, entonces tenemos fe para con Dios" (1 Juan 3:21).
Si nuestro corazón se siente pesado por la condenación, nuestra fe será débil o nos sentiremos sin fe. Sin fe, no lucharemos. Esto es lo que el diablo desea: un cristiano que no luche ni resista.
Jesucristo quiere enseñarnos a luchar y a resistir al diablo, y ser testigos de El y de su Espíritu Santo el cual nos a dado para obedecerle. Para poder resistir al diablo primero necesitamos someternos a Dios. Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. (Santiago 4:7)
Debemos aprender de lo que Pedro y los apóstoles pasaron delante del concilio cuando fueron acusados por predicar a Jesucristo y dar testimonio de su obra.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es menester obedecer á Dios antes que á los hombres. (Hechos 5:29)
Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios á los que le obedecen. Ellos, oyendo esto, regañaban, y consultaban matarlos. Entonces levantándose en el concilio un Fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerable á todo el pueblo, mandó que sacasen fuera un poco á los apóstoles. Y les dijo: Varones Israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos: el cual fué matado; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos á nada. Después de éste, se levantó Judas el Galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquél; y todos los que consintieron con él, fueron derramados. Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo ó esta obra es de los hombres, se desvanecerá: Mas si es de Dios, no la podréis deshacer; no seáis tal vez hallados resistiendo á Dios. Y convinieron con él: y llamando á los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y soltároslos. Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar á Jesucristo.
(Hechos 5:32-42)
El corazón contaminado de aquellos Israelitas los hacia estar en contra de Dios. Y solo un corazón contaminado se opone a la obra de Dios. Esto quiere decir que lo que es de Dios permanece, y lo que no es de Dios se desvanece.
Todo cristiano debe hacerse extremadamente sumiso al Espíritu de Dios. La principal preparación para el pulpito es la oración y la pureza del corazón. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
(Salmos 51:10)
La pureza de corazón consiste en no tener en él nada que sea contrario, ni tan siquiera un poco, a Dios y a las operaciones de su gracia. Todo cuanto hay de creado en el mundo, todo el orden de la naturaleza ytambién el de la gracia, todo el orden de la Providencia, todo ello tiende a quitar de nuestras almas lo que es opuesto a Dios. Porque jamás llegaremos a Dios mientras no haya­mos corregido, cercenado y destruido, en esta vida, lo que sea contrario a Dios.
La pureza del corazón es el gran camino de la perfección. Debemos poner todo nuestro interés en purificar nuestro corazón, porque ahí está la raíz de todos nuestros males. ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado? (Proverbios 20:9)
Para imaginar lo necesaria que nos es la pureza de corazón, es preciso comprender la corrupción natural del corazón humano. Hay en nosotros una malicia infinita que no vemos, porque no entramos nunca seriamente a examinarnos a nosotros mismos. Si lo hiciéramos, encontraríamos un número incontable de deseos y de apetitos desarreglados de honor, de placer, de comodidades. Estamos tan llenos de ideas falsas y de juicios erróneos, de afectos desordenados, de pasiones y de malicia, que sentiríamos vergüenza de nosotros mismos si nos viésemos tal como somos. Imaginémonos un pozo cenagoso del cual le saca agua incesante­mente: al principio todo lo que se saca casi no es sino barro; pero a fuerza de sacar, se purifica el pozo y el agua irá saliendo cada vez más limpia; de manera que al final saldrá ya completamente pura y cristalina. No de otra manera: trabajando sin cesar en purificar nuestra alma, el fondo se va descubriendo poco a poco y Dios manifiesta su presencia en ella por los poderosos y maravillosos efectos que opera en el alma. Cuando el corazón está bien purificado, Dios llena de su santa presencia y de su amor el alma y todas sus potencias, la memoria, el entendimiento y la voluntad. De ese modo la pureza de corazón lleva a la unión divina. Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán á Dios. (Mateo 5:8)
Todas las cosas son limpias á los limpios; más á los contaminados é infieles nada es limpio: antes su alma y conciencia están contaminadas. (Tito 1:15)
Dios está dispuesto a concedernos toda clase de gracias con tal de que no le pongamos obstáculos.
Únicamente purificando nuestro corazón, es como destruiremos todo lo que impide la acción de Dios. De forma que, quitados los impedimentos, casi no podemos ni imaginar los admirables efectos que Dios obra en el alma.
A ninguna de las prácticas de la vida espiritual se opone tanto el demonio como al trabajo para conseguir la pureza de corazón. Nos deja hacer algunos actos exteriores de virtud, como ir a los hospitales y a las prisiones, porque a veces con esto nos quedamos satisfechos, y no sirve más que para engreídos, y para acallar el remordimiento interior de la conciencia; pero no puede soportar que fijemos los ojos en nuestro corazón, que exa­minemos sus desórdenes y que nos apliquemos a corregirlo. Sin un corazón purificado toda nues­tra potencia está infinitamente desordenada; mas no nos gusta conocer su desorden, porque este conocimiento nos humilla.
El orden que hay que seguir para purificar el corazón, es, primeramente, darnos cuenta de los pecados y corregirlos. Segundo, observar los movimientos desordenados de nuestro corazón y ordenarlos. Tercero, vigilar los pensamientos y regularlos. Cuarto, conocer las inspiraciones de Dios, sus designios, su voluntad y animarse para cumplirlos. Todo esto debe hacerse con la ayuda del Espíritu Santo en oración, uniendo a ello el amor a Nuestro Señor.